Como un avance en cuanto a los derechos de las mujeres, calificó la ex ministra Helia Molina la aprobación en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados del proyecto de despenalización del aborto en casos de peligro de muerte de la madre, inviabilidad fetal y violación.
“Este no es un proyecto pro aborto, es un proyecto que pretende devolver a las mujeres un derecho a decidir en tres causales específicas. No promueve que las mujeres se hagan abortos”, dijo la ex ministra en un foro, que tuvo lugar en la UdeC, organizado por la Corporación Fraternidad, en una nueva actividad de su ciclo de discusiones Piensa libre, un debate desde las libertades.
A juicio de la doctora Molina, existe en el país un gran nivel de desinformación sobre el tema, el que es impulsado por sectores conservadores, que son los que “tienen los medios de comunicación y por ello, más facilidad para poner su impronta en la cabeza de las personas”.
Las fuerzas opositoras -agregó- “son muy fuertes, tienen un discurso muy bien organizado, muy vendedor, con hartas imprecisiones que no corresponden a la realidad. El desafío es llegar a la gente con información objetiva. Esta es un ley que aporta un enfoque de derecho (al tema del aborto) que cualquier democracia de cualquier país moderno necesita tener”.
La directora regional del Servicio de la Mujer, Valentina Medel, afirmó que “cuando hablamos de interrupción de embarazo es una discusión de salud; pero tiene que ver mucho más con una discusión de género y de derecho de las mujeres, que es dar la opción de decidir y no obligar a las mujeres a interrumpir o seguir un embarazo cuando están estas tres causales”.
La directiva señaló que en el debate de la ley ha habido una campaña de desinformación, con ideas erróneas sobre el proyecto y ofensas a la mujer. “Cómo olvidar afirmaciones que dicen la mujeres sólo prestamos el cuerpo (para la concepción), que hay violaciones no violentas, que las violaciones pueden ser producto de un trago de más o que este proyecto abre las puertas al tráfico de órganos”.
Por su parte, la fundadora de la ONG Miles Chile, Rosario Puga, explicó que son muchos los países que tienen normas por causales para el aborto y que con el trámite en la Comisión de Salud se está instalando el derecho de decidir en el campo de la legislación chilena. “Lo que hemos logrado como Miles es romper la negativa a visibilizar el aborto, a debatir y a legislar. Esto no es un concesión de la Nueva Mayoría, esto fue una reforma impulsada por un sector del mundo social organizado de las mujeres”, afirmó.
En la misma línea, la directora de Corporación Fraternidad, Natalia Martin, explicó que en su objetivo de promover la libertad de las personas, su organización considera “sumamente importante respetar la decisión de las mujeres, sobre todo cuando hablamos de casos tan extremos como las tres causales de la ley”.
Por otro lado, señaló que este proyecto contiene una idea de reivindicación “ya que la posibilidad del aborto terapéutico era un derecho que las mujeres teníamos y que nos fue quitado el año 89. Lo de ahora es básicamente retomar el derecho a la libertad de elegir, no es nada nuevo”.