Cómo incluir la neurociencia al curriculum en educación fue el tema del seminario realizado en el auditorio de la Facultad de Educación UdeC.
En la actividad se expuso sobre las bases neuronales del aprendizaje en sus diferentes dimensiones: cognitiva, emocional, motivacional y social. Además, se reflexionó sobre los distintos tipos de aprendizaje y despejar dudas sobre la lateralización hemisférica cerebral implicada en los procesos cognitivos.
“El diálogo entre neurociencia y educación no siempre es claro, ya que los objetivos de cada disciplina son disímiles. Esta instancia permitió que los especialistas presentaran su trabajos de investigación y entregaran una idea de cómo pueden apoyar la labor docente de los profesionales egresados. También discutimos ciertas creencias sobre la neurociencia, que no están ligadas a lo que se estudia en esta área”, explicó la Dra. Mabel Urrutia, profesora de la Facultad de Educación y especialista en neurociencia cognitiva.
Asimismo, David Gómez, doctor en Neurociencias e investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, se refirió a los mitos sobre esta ciencia, dedicada al estudio, observación y análisis del sistema nervioso central del ser humano.
“Hay un sinfín de creencias erradas en cuanto al cerebro. Algunas empresas venden programas o cursos de capacitación y también hay otros 'neuromitos' que reducen las expectativas que se tienen de ciertos niños. Es el caso de esas clasificaciones a los estudiantes como kinésicos o visuales o cuando se refieren a que ciertos alumnos utilizan un hemisferio de su cerebro. Esas cosas no son verdad. Los profesores pueden enseñar y estimular a todos los niños por igual”, manifestó.
Tras el seminario se llevó a cabo la inauguración del laboratorio de la Facultad de Educación para el estudio de potenciales cerebrales evocados a eventos en el área de la neurociencia, que cuenta con una máquina destinada a la medición de ondas cerebrales.
Para la Dra. Urrutia, este recinto “permitirá investigar directamente qué ocurre en el cerebro cuando las personas leen un texto, ven un video relacionado con las emociones, observan dibujos, etcétera. Es tecnología muy sofisticada, de alta densidad y que nos permite hacer diferentes tipos de análisis cerebrales”.
“Una de las herramientas que utiliza la neurociencia es este tipo de tecnología. Con esta máquina podremos observar los procesos cognitivos, avanzar en investigación y tributar a la docencia con los hallazgos que obtengamos en el laboratorio”, concluyó la académica.
Ignacio Abad