Una visita a la Universidad de Concepción realizó el Panel Internacional de Excelencia del proyecto Ingeniería 2030, con el objetivo de conocer los avances durante el primer año de ejecución de esta iniciativa, que desarrolla el consorcio formado por las facultades de ingeniería de la UdeC, la Universidad de Santiago (Usach) y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Pucv).
Este panel está integrado por Cristina Amon, Decana de la Facultad de Ciencias Aplicadas e Ingeniería de la Universidad de Toronto (Canadá); Dado Banatao, Managing Partner de Tallwood Venture Capital (EE.UU) y Norman Fortenberry, Director Ejecutivo de la American Society for Engineering Education, Asee (EE.UU).
Los expertos sostuvieron una reunión con el Comité Directivo de Ingeniería 2030, integrado por académicos de las tres casas de estudio nacionales, donde además participaron representantes de Corfo, institución pública que apoya esta iniciativa.
Pablo Catalán, académico de la Facultad de Ingeniería UdeC y miembro del comité, afirmó que “Ingeniería 2030 cumplió un año de ejecución y acorde a las instrucciones de Corfo debemos presentar nuestro avance. Los pares internacionales son un aporte en términos de feedback sobre los avances que hemos tenido y cuáles son nuestras fortalezas y debilidades en lo que ha sido el desarrollo del proyecto”.
En términos generales, Catalán afirmó que el balance del consorcio en el primer año es positivo. “Se han producido aprendizajes, en trabajo conjunto, en áreas a explorar, en cómo superar los altos y bajos propios de proyectos de esta envergadura, en buenas prácticas docentes de construcción curricular, en relevar la innovación tecnológica y del emprendimiento tecnológico para nuestros estudiantes, en el funcionamiento de nuestras facultades y en la importancia de la vinculación con el medio. Hemos pasado la etapa del diagnóstico y hay actividades concretas que se están implementando”, detalló.
Una visión compartida por los visitantes extranjeros. Para Cristina Amon, lo importante es avanzar en el cumplimiento de los objetivos, “primordialmente en aumentar las colaboraciones entre industria y academia, fomentar dentro de la educación de la ingeniería el espíritu emprendedor de los estudiantes y ver la eficiencia del curriculum en ingeniería”.
Por su parte, Norman Fortenberry destacó que es importante realizar con cierta frecuencia estos encuentros, asegurando que “queremos saber qué está pasando con el proyecto, aún cuando un año no es tiempo suficiente para obtener resultados y grandes cambios en las universidades”.
Finalmente, Dado Benatao insistió en la necesidad de profundizar más en “la cooperación entre academia e industria. Aparentemente ese intercambio no va bien y tiene que existir una cooperación sólida si se quieren alcanzar metas para el desarrollo económico. Todo esto tiene que ver con desarrollar la economía de Chile y, al final del día, eso es lo que va a pasar si lo hacen bien”.