Con más de 40 años de desempeño como terapeuta, el Director General del Centro de Investigaciones Psicosociales Crisol de México, Javier Vicencio, ha logrado un conocimiento cabal de los “dolores amorosos” que viven las parejas en crisis.
Esa experiencia es lo que vino a compartir, en la UdeC, con un grupo de terapeutas y profesionales en formación en el curso Mapas del amor y terapia de pareja (el mismo nombre del libro que editó en 2011), organizado por el Departamento de Psicología junto al colectivo de Intervenciones Familiares Colaborativas, Prisma.
En base a sus vivencias, el Dr. Vicencio puede asegurar que los problemas que tenían las parejas hace cuatro décadas son más o menos los mismos de hoy. Lo que ha cambiado –dijo- es la idea del matrimonio, “que antes era visto como una institución más bien tradicional, lo que implicaba que debía creerse el mito de que duraba para siempre y ese mito ya no es cierto, porque hoy cerca del 50% de las parejas se separa (en el mundo)”.
De acuerdo al especialista, esto se debe a la evolución del lugar de la mujer dentro del matrimonio, a las mayores expectativas de vida de las personas –“a los 40 años ya no había porvenir”-, la liberación que supuso la llegada de los anticonceptivos y las oportunidades de independencia económica. Estos y otros factores “fueron introduciendo la posibilidad de la separación como un desenlace amoroso posible”, señaló, a la vez que acotó que el fin de la relación no siempre es un fracaso.  “Hay veces, muchas, en que es la única solución posible”, afirmó.
Por eso -como comentó- cuando tiene la primera entrevista con las parejas en su consulta, y luego de entender en parte cuáles son sus problemas, les cuenta que no puede asegurar si tras la terapia terminarán juntos o separados, porque más que un resultado específico, la idea de una intervención es que las personas tengan mayor información sobre sí mismos para tomar una mejores decisiones.
Las motivos para acudir a terapias son variadas. “Hay muchos razones que producen una crisis de pareja, la primera es la separación y otras que acercan a la crisis de la separación, como la infidelidad o la violencia”, indicó. En estos casos, explicó, la terapia es una ayuda importante para disminuir esos problemas o el dolor que están causando.
Por otro lado, hay parejas que viven en un conflicto crónico, que “es la forma de la relación que ha sido construida por ellos con bastante dolor, pero que es lo mejor que han podido hacer”. Estas situaciones, dijo, van agotando la conexión amorosa, “entonces el desamor produce un desencuentro y cuando hay un desencuentro de ese tipo, que es tan doloroso, vale la pena tener un intermediario para ver cómo enfrentarlo”, explicó.
La coordinadora de la actividad y académica de Psicología, Maruzella Valdivia, destacó la presencia del Dr.  Vicencio en este curso, puesto que se trata “de un conferencista internacional, que ha marcado espacios en México, Estados Unidos e Inglaterra”.
Asimismo, dijo que este curso es un importante apoyo para los terapeutas que –señaló- no tienen muchas opciones de formación en el tema de pareja. “Es una posibilidad para que los profesionales puedan adquirir herramientas de buena calidad”, indicó.
De acuerdo a la académica, quien trabaja en esta área, hoy existe una necesidad creciente en torno a este tipo de atención y faltan especialistas para atender esa demanda, que responde a la situación actual de la pareja. “Las parejas hoy tienen múltiples demandas, antes los roles eran más estereotipados, había una serie de patrones que hacían que el matrimonio fuera de cierta forma y que se mantuviera así hasta el final. Ahora, los hombres y las mujeres tenemos expectativas distintas sobre lo que es la pareja”, puntualizó.