Durante el pasado mes de diciembre, el Campus Los Ángeles desarrolló un taller de inglés para niños de tres a cinco años. “Fue una experiencia innovadora, motivadora, gratificante y significativa. Este finalizó con una presentación a los padres de lo aprendido por sus hijos”, señaló Paola Gómez, docente a cargo de la actividad.

La profesora sostuvo que la metodología de trabajo se basó en cantos, disfraces y juego. “Patch (el perro amigo) iba guiando las clases y dirigiendo todas las actividades, así que los niños sin percibirlo fueron adquiriendo una segunda lengua (L2). Los pequeños disfrutaban ir a sus clases “de la universidad” y esperaban con ansias la llegada de ese día”.
Debido a la alta demanda que tuvo la iniciativa y los limitados cupos de ingreso, se espera realizar durante el año una segunda parte de este taller.

La docente destacó que se pudieron concretar los objetivos planificados por el gran apoyo de los padres y apoderados, piezas fundamentales en este proceso de aprendizaje de la lengua extranjera (LE).

En este marco, afirmó la académica, que “los resultados de las investigaciones actuales nos permiten afirmar que los niños bilingües suelen ser más creativos, obtienen resultados sensiblemente mejores en las tareas y sus facultades metalingüísticas son más avanzadas que las de los niños monolingües. Estos hechos les dan más capacidad de análisis y más control cognitivo en el uso del idioma, lo que les ofrece ventajas para aprender a leer y escribir, además de mejorar sus posibilidades de éxito escolar”.

Dania Pincheira