Emotivos momentos vivieron las veinte matronas que llegaron a la Universidad para reencontrarse con su escuela y sus compañeras de generación tras 30 años de egreso de la Carrera de Obstetricia y Puericultura.

El orgullo de ser exalumnas de la UdeC, el recuerdo de haber sido parte de un momento particular y difícil del país y la alegría de reconocerse en el cariño por la profesión cruzó la reunión, que se produce a diez años del último reencuentro general.

En sus palabras de bienvenida, la Directora del Departamento de Obstetricia y Puericultura, Alejandra Ceballos, manifestó su alegría a las egresadas de regreso en su casa de estudios y destacó la importancia de este tipo de encuentros en la transmisión del significado de la profesión y del orgullo por el alma máter a las nuevas generaciones.

“Yo creo que juntarnos, reencontrarnos en nuestros espacios de crecimiento universitario es siempre una oportunidad para reconocer nuestra profesión de base, que es la matronería”, dijo la docente Yolanda Contreras, quien entregó un saludo a las exalumnas en representación del cuerpo académico.

La exalumna Marcela Aravena valoró y agradeció la respuesta que tuvo la convocatoria al encuentro impulsado junto a Johanne Zuchel y Sandra Zurita, a la vez que expresó la trascendencia que ha tenido en su vida la formación que recibió de la carrera, aun cuando no la ejerce (es agente de ventas en una compañía de seguros).

“Con algunas nos vimos hace 10 años y otras que no había visto hace 30 años, es muy emocionante (…) Vengo de Chiloé y ver la ciudad y tantos lugares que recorrimos en nuestra juventud, que están distintos, pero que son los mismos, es muy emotivo”, dijo la jefa de Salud de Castro, Jeannette Santana.

“Estos encuentros los organizamos cuando salimos, hace treinta años, nos dijimos que nos íbamos a reunir a los 10 años y lo cumplimos; después diferentes grupos nos hemos ido juntando. Es un experiencia entretenida y muy gratificante porque te hace mirar hacia atrás de manera personal y como grupo”, señaló la matrona encargada de calidad del Complejo Asistencial Los Ángeles, Bárbara Araya.

Así como ocurre en su trabajo cotidiano, este encuentro es también una forma de reflexionar sobre el ciclo de vida, como señaló Lilian Caro, profesional del Sanatorio Alemán.

“Hace diez años nos juntamos también un grupo grande y ahora estamos más maduras. Es otra etapa. La vez pasada hablamos mucho de los hijos y la pega, ahora hablamos de la pega y los nietos. Hemos evolucionado, pero lo que sigue igual es que todas tenemos a nuestra alma máter pegada en el corazón”, dijo.

Durante el desayuno en el Departamento -al que seguían otras actividades más tarde- las exalumnas se impusieron del encuentro nacional que se realizará en octubre como parte de las celebraciones de los 50 años de la carrera.