Una exposición, en la que compartió su experiencia como educadora de párvulos y madre en el apego y crianza segura, ofreció la exalumna Tamara Zurita para docentes y alumnas de Educación Parvularia, en la primera conferencia abierta preparada por la carrera para este semestre.

La profesional, que hoy reside en Estados Unidos, presentó los principales contenidos de su libro "Sintonía de latidos. Reflexiones de crianza y estrategias de educación basadas en el apego y el amor, desde el vientre materno hasta los seis años", trabajo publicado el año pasado.

“Esto surgió porque muchas mamás se empezaron a acercar a mí para que las ayudara en su proceso de crianza (…) Empecé a ver que, sin querer, casi naturalmente, la forma de criar a mis niños, como educadora, comenzó a llamar la atención en otros. Entonces decidí formalizar estas experiencias, estudié para ser monitora de crianza respetuosa y resumí todo en el libro Sintonía de latidos, que es una base para criar y educar a los niños con apego”, contó.

El principal consejo de la especialista para fomentar el apego es que los niños permanezcan con sus madres al menos hasta cumplir los dos años. Lo ideal, “y aunque suene contradictorio para mi profesión, es que los niños no vayan a sala cuna o jardín infantil antes de los dos años”, dijo.

“Lo que ocurre -señaló- es que el apego se produce entre los cero y los dos años, y hasta los tres, porque el niño aún está en esa fusión mamá-hijo, donde todavía no hay una separación. Lo vemos fuera del vientre, pero todavía está totalmente conectado con la madre. Cuando logra ser un yo independiente de la madre, entonces puede salir al exterior”.

Estar siempre junto a los niños, “ser su hábitat y un refugio permanente para ellos, en los buenos momentos y en los momentos difíciles (las pataletas, por ejemplo), acompañarlos de manera permanente” es, a su juicio, lo básico para estimular el apego, una fórmula que es válida también para las educadoras que atienden a los más pequeños.

Tamara Zurita recalcó la importancia de este proceso de la primera infancia en sus impactos en la vida futura de los niños. “Cuando trabajas el apego de cero a dos años, toda la confianza y la seguridad que él adquiere se quedan en su estructura mental y continúan en ella como base en la adolescencia y la adultez”, afirmó la exalumna, quien reconoció que la UdeC “entrega un sello, que es garantía de éxito profesional”.

La Jefa de Carrera de Educación Parvularia, Lilian Narváez, señaló que el trabajo formativo de la especialidad se ha propuesto que las alumnas puedan conectarse con nuevas ideas o enfoques educativos. “No siempre tenemos la oportunidad de hablar de las cosas que están emergiendo, lo hacemos tangencialmente, entonces buscamos hacerlo a través de conferencias. Esta es la primera del semestre y trata un tema tan importante como el apego, con una exalumna que para nosotros es un orgullo”, dijo la académica.

La idea de esta conferencia, agregó, “es que las estudiantes reflexionen sobre la importancia de ser una educadora competente no solo en aspectos específicos de la profesión, sino también lo emocional (…) nosotros sabemos lo necesario que es el apego seguro y si el niño no lo tiene desde su casa, nosotras (las educadoras) tenemos que ayudarlo”, expresó.