Con el curso Biogeoquímica de los sedimentos e hipoxia, que se impartirá a lo largo de esta semana, el Programa Copas Sur Austral pone fin a la décimo sexta versión de su Instituto Austral de Verano (ASI, en inglés).
Desde el 5 de enero, unos 60 estudiantes nacionales y de diversos países de América Latina han participado de la actividad que en esta ocasión, y con tres cursos, se ha centrado el ciclo biogeoquímico del carbono en el océano costero en el antropoceno.
“En este instituto hemos sistematizado los efectos de la actividad humana sobre el ciclo del carbono océano costero y estamos estimulando a los estudiantes para que se preparen en estos temas”, señaló el Director de Copas Sur Austral, Dr. Silvio Pantoja.
El académico explicó que los impactos sobre el ciclo del carbono se han abordado desde el punto de vista biológico y químico (en los dos cursos anteriores) concluyendo con una visión integrada, con una perspectiva biogeoquímica. Asimismo, explicó que estos temas tienen como trasfondo las discusiones sobre el momento que vive la humanidad, que -como dijo- algunos científicos han nombrado como antropoceno, por la influencia humana en la naturaleza. “Aunque es discutible, hay algunos que piensan que esta influencia ha sido tal que ya se está notando a nivel del registro geológico”, dijo.
El responsable del tercer curso, el investigador de la Universidad de Utrecht (Holanda). Dr. Jack Middelburg, explicó que la idea es conocer los impactos de las hipoxias (bajas de oxígeno) en los organismos que viven en los sedimento.
De acuerdo al investigador, cada vez es más frecuente encontrar zonas en condiciones de bajo oxígeno, lo que se explica por dos razones: el cambio climático global, que aumenta la temperatura del agua, y el nitrógeno y fósforo de uso agrícola que llega al océano.
En este escenario, a juicio del Dr. Middelburg, la comunidad científica debe ayudar al entendimiento de estos procesos para mejorar las predicciones sobre lo que ocurrirá en los sistemas, así como entregar información a la sociedad para reducir la transferencia de fósforo y nitrógeno al océano y tratar limitar las acciones que contribuyen al cambio climático.