El hombre inacabado y en profunda transformación se denomina el proyecto cultural que lleva a cabo un docente de la escuela de Educación. Se trata Del doctor en Artes Visuales Esteban Cárdenas, quien junto a otros académicos ha querido resaltar los 50 del Campus Los Ángeles de la Universidad de Concepción, a través de una escultura “que nos represente como una comunidad universitaria preocupada por el desarrollo cultural, intelectual, tecnológico, científico y educacional, que se proyecta en el tiempo haciendo de sus principios e ideales un compromiso de toda la comunidad universitaria de nuestro Campus”.
Explica que junto con valorar la presencia identitaria de esta institución como parte de la Universidad de Concepción, su vinculación con la comunidad angelina y la provincia del Biobío, se busca posicionar una visión estética e iconográfica renovada del espacio físico al servicio de la comunidad universitaria, proyectando el desarrollo cultural y de creación artística del Campus.
La escultura simboliza el ideal del conocimiento en continuo desarrollo y evolución, depositario en los hombres y mujeres con visión de futuro, parte fundamental del progreso intelectual como herramienta de transformación socio cultural y educativo. Asimismo, incorpora el lema de la Universidad de Concepción, Por el desarrollo libre del espíritu, cimentado en el proceso de formación inicial del estudiante hasta alcanzar los más altos niveles de perfeccionamiento, autonomía creadora, de investigación e innovación tecnológica con fuerte arraigo en la comunidad provincial y regional del Biobío.
Por otra parte, rinde un merecido tributo a los fundadores del campus, como fueron el diputado Manuel Rioseco Vásquez y Abaraim Püschel, su primer director local. A su vez, sintetiza el reconocimiento a otras destacadas personalidades universitarias y pensadores de la ciudad de Los Ángeles, como el arquitecto Ronald Ramm, quienes sobre la base de esfuerzos personales, pensamiento crítico y miradas de progreso, proyectaron las carreras profesionales que posee actualmente el Campus Los Ángeles.
En un sentido plástico, la escultura se constituye en una estructura tridimensional que involucra aspectos de la experiencia perceptual como su organización en el lugar-espacio, movimientos y formas artificiales, posiciones y direcciones que permiten desplazar la vista del observador desde perspectivas diferentes. Su estilo, técnica, materiales, aspectos iconográfico y compositivo, refleja un espíritu de creación contemporánea dentro de los parámetros y combinaciones del arte conceptual, expresionista, figurativo y abstracto.
Esta escultura  también se interpreta  desde el punto de vista de la cosmovisión mapuche-pehuenche, señala el profesor Domingo Carilao Huiquireo. “En la escultura se representa la circularidad que está en todos los elementos: redonda es la luna (kÿen), el sol (antü) y la tierra. El mapuche pehuenche está unido a la tierra, donde reina la armonía, el orden y el equilibrio y donde se inculca y afianza el respeto no sólo a las personas sino a todos los seres vivos, puesto que desde la cosmovisión mapuche todos forman parte del mapu (universo) y todos se necesitan para vivir en armonía y equilibrio. Eso pasa por conocer la naturaleza y tener comunicación con ella, con un sentido de reciprocidad”.
Desde el punto de vista de la construcción, la escultura corresponde a una estructura de metal anclada sobre una base de hormigón armado que en su parte frontal se eleva hasta un metro veinte centímetros y soporta la figura en su conjunto, un radier cuadrado con fierro en su interior.
Dania Pincheira, periodista Campus Los Ángeles