El Decano de la Facultad de Educación, Oscar Nail, en conjunto con la directora de prácticas, Gloria Sanzana, y el coordinador de movilidad de la Dirección de Relaciones Internacionales, Omar Salazar, dieron la bienvenida al grupo, que constituye la séptima generación de jóvenes que salen a hacer su práctica al extranjero gracias a este convenio.

Omar Salazar explicó que se trata de un convenio con la Universidad de Saint Cloud, en Minnesotta, institución que supervisa las prácticas de estos estudiantes. El grupo se incorpora a diversos establecimientos públicos del Distrito, en los que existe una enseñanza bilingüe (español e inglés). Así, estos jóvenes apoyan el desarrollo de las clases en español.

“Los estudiantes van a escuelas públicas con alto rendimiento, gratuitas y que entregan educación de calidad. Por lo tanto, ellos logran trabajar dentro de un sistema donde aspectos como el trabajo en aula o la dirección de los estableicmienos les sirve de modelo para replicar acá”. Por eso, se está trabajando en la posibilidad de que estos jóvenes transfieran su conocimiento a los que no tuvieron la oportunidad de viajar.

Las postulaciones se realizan todos los años en la Facultad. Los jefes de carrera realizan una preselección y quienes toman la decisión final son los directivos estadounidenses. “Ha ido aumentando el interés, y aunque este programa no exige el dominio de inglés, cada vez más estudiantes lo manejan”. En efecto, el mejoramiento del nivel de inglés para la postulación de este programa ha sido una externalidad positiva de este convenio, explicó Salazar.

La práctica en el extranjero, según detalló el docente, está cubierta en un 90%, pues incluye alojamiento y mantención. El estudiante solo debe cancelar una parte de su pasaje. En esta versión, viajaron dos alumnos de Educación Parvularia, dos de Educación Básica y tres de Pedagogía en Español. Una de ellas, Camila Pardo, de Educación Básica, señaló que “esta es una de las mejores experiencias que he tenido, aprendí mucho en lo profesional y en lo personal”. Ella vivió durante el semestre con una familia norteamericana, con quien asegura que tuvo una muy buena relación. “Me sentí preparada para hacer clases allá. Mi familia allá hablaba inglés y mejoré bastante el idioma”. En cuanto a los estudiantes, señaló que “son iguales a los de acá, sólo tienen diferentes rutinas”.