Una invitación a ahondar en la investigación en neurociencia hizo el biólogo y doctor en Biología Celular, Andrés Couve, a los estudiantes de doctorado en Salud Mental y Psicología en la apertura del año académico de ambos programas.

“Creo que ésta es una época extraordinaria para hacer preguntas fundamentales en el área”, dijo en su conferencia Biología y memoria, ¿nos hace humanos?, señalando que hoy existen varias técnicas que permiten formular nuevas interrogantes y diseñar experimentos “que hace muy poco no podíamos hacer”.

En su exposición, el Director del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI) y Presidente de la Sociedad de Biología Celular entregó conceptos básicos asociados a memoria y aprendizaje, mostrando los avances en el estudio de estos temas a través del tiempo y en diversos grupos de animales.

De este modo, expuso experiencias que han marcado hitos y han entregado evidencia de que hay ciertos elementos compartidos con otros seres vivos -desde la biología, la fisiología y la genética- que demuestran “que (los humanos) no somos tan únicos”.

Como ejemplo mencionó que ciertos primates tienen la capacidad de ordenar hechos de manera temporal, que tienen memoria episódica.

“Ya empezamos a hacer algunos experimentos con la memoria episódica (en otros seres vivos) y estamos demostrando que la temporalidad está, pero ¿qué pasa con otros fenómenos que decimos únicos, como la conciencia? Aquí, los experimentos no son poco ambiguos”, dijo.

El Dr. Couve expresó que “hoy, los principales proponentes de teorías integradas de la conciencia proponen que es una propiedad gradual, dentro de las especies, porque los mecanismos, los principios operativos de nuestro sistema nervioso no son distintos de los otros. En el lenguaje es lo mismo. A pesar de 50 años de investigación, nadie ha demostrado que el lenguaje sea algo único humano (…)”, señaló.

Dados estos puntos comunes con otros animales, Couve instó a los futuros investigadores a evaluar ciertos factores a la hora de hacer nuevas preguntas y preparar experimentos. De acuerdo al académico, lo primero es que hay que tener consideraciones anatómicas, para explicar que diferencia fisiológicamente o no al humano de los animales.

“Hay una gradualidad en la anatomía, (los humanos) no tenemos regiones nuevas, tenemos regiones expandidas, evolucionadas (…) Hay una trampa cuando se hacen experimentos que ponen a un niño de ocho años frente a un primate, porque (en el niño) hay 200 mil años de evolución cultural acumulada que los animales no han tenido”.

Entonces, indicó que los estudios también debe abordar este aspecto cultural y ponerlo en perspectiva “porque quizá lo que nos hace diferentes es la capacidad de acumular cultura, de acumular el conocimiento de los otros y nada más que eso (…) la invitación es a hacer preguntas grandes y fundamentales, y tener estas consideraciones al momento de diseñar experimentos”, indicó.