Considerando la confianza que los jóvenes tienen en sus pares a la hora de confiar sus problemas, la Dirección de Equidad de Género y Diversidad (DEGyD) decidió iniciar la formación de monitores y monitoras estudiantiles para la prevención de la violencia en las relaciones amorosas y la promoción de relaciones igualitarias.

De este modo, la semana pasada una veintena de alumnas participaron en el primero de una serie de cursos que impartirá la Dirección como parte de su plan de prevención de la violencia de género al interior de la comunidad.

“Dado que la violencia, sobre todo en pololeo, en los contextos universitarios es una problemática importante en muchos lugares, como universidad queremos que los y las estudiantes se acerquen a estos temas desde la perspectiva de género y se formen en antecedentes generales sobre violencia de género, políticas públicas y estrategias específicas de intervención en esta área”, explicó la Directora de DEGyD, Lucía Saldaña.

La idea es que los monitoras y monitores puedan replicar estos talleres con sus compañeros con apoyo de las expertas que forman parte del Comité Académico Asesor de la Dirección y “poder multiplicar el conocimiento en esa área como parte del plan de prevención”, agregó la Dra. Saldaña.

“Queremos que hagan un trabajo sistemático con grupos extendidos, que sean la extensión de nuestro trabajo al interior de la comunidad estudiantil”, puntualizó.

La coordinadora de esta formación y especialista en violencia en las relaciones amorosas, la académica de Trabajo Social, Tatiana Sanhueza, realizó su investigación doctoral en las opiniones y representaciones que los adolescentes tienen sobre este tema y ha estudiado sus percepciones desde diversas perspectivas.

La académica puso el acento en un aspecto a considerar a la hora de establecer estrategias de prevención orientada a los jóvenes: el rol de los testigos.

“Hay un estudio del Instituto Nacional de la juventud que señala que un 74% de una muestra de más de mil (jóvenes) conoce a algunas personas que ha sido víctima y dentro de otras investigaciones se plantea que si alguien vive una situación de violencia a quien primero recurrirían serían los amigos, luego los padres”, contó.

Por eso, dijo, se optó por capacitar a jóvenes con el foco en dos estrategias, “sensibilizar a los participantes (en los temas), pero también impulsar el rol de pares informados que pueden ser importantes a la hora de orientar a un amigo o un cercano”.

Más difusión
Javiera Durán está en cuarto año de Antropología y decidió asistir al curso para contar con una herramienta que le permita acercar los temas de violencia en parejas y de relaciones igualitarias a otras personas, por ejemplo a jóvenes del liceo de Santa Bárbara (su ciudad de origen), con quienes ella trabaja de forma permanente.

Es importante, dijo, llegar con esta información, sobre todo por lo que señalan las estadísticas: que las parejas jóvenes tienen mayor aceptación o justificación de la violencia. “Entonces, debiera haber mucha más difusión de estos temas”, indicó.

La estudiante comentó que “fue una experiencia muy grata formarse para ayudar a otras personas, que recomiendo totalmente”, aunque lamentó la ausencia de hombres en esta primera versión. “Es importante que ellos también se hagan cargo de estas problemáticas sociales”, afirmó.