En las oficinas de la Dirección de Docencia, la unidad de Formación Permanente inició la segunda versión externa del Diplomado en Docencia para la Educación Superior. Anteriormente se habían dictado tres versiones internas de este programa (para académicos de la Universidad) y una versión externa el segundo semestre de 2016.

Cecilia Cisterna, Coordinadora General de Formación Permanente, manifestó que “el diplomado busca fortalecer la función y las estrategias de enseñanza de los distintos profesionales que provienen de diversas áreas y de esta manera mejorar la calidad de los aprendizajes de sus estudiantes”.

El programa está orientado a que los participantes sean capaces de promover y valorar los modelos pedagógicos centrados en el alumno y en el aprendizaje en el aula y en su entorno académico. En esta ocasión, las clases se iniciaron con doce participantes. “Los profesionales provienen de distintas áreas: ingeniería, psicología, asistentes sociales, periodistas. Son personas jóvenes que desean incursionar en la docencia en institutos profesionales o universidades públicas o privadas y que requieren de una formación pedagógica para desarrollar sus clases de manera exitosa”, comentó Cisterna.

El biólogo marino Felipe Tucca expresó su motivación para integrarse al diplomado. “Quiero aprender nuevos conocimientos y especializarme en docencia, a través de nuevas herramientas y habilidades sociales. Además, desarrollar características, que, como científico, no he desarrollado”, sostuvo. Por su parte, Maritza Neira, ingeniera comercial, comentó que “necesito adquirir los contenidos y conocimientos para programar clases, aprender a evaluar, planificar, etcétera”.

Algunos de los módulos que tiene el diplomado en Docencia para la Educación Superior son Contexto y desafíos para la docencia universitaria, Diseño de asignaturas y planificación didáctica, Estrategias didácticas innovadoras, entre otros. Es importante recordar que todas las clases serán impartidas por profesionales que se desempeñan en la Dirección de Docencia.

Fernando Sáez