Como parte del proyecto Fondecyt “Industrialización, relaciones sociales y espacio”, se realizó en la Casa del Arte de la UdeC un encuentro con el arquitecto ecuatoriano y experto en patrimonio, Fernando Carrión, quien fue invitado a dar la charla denominada “Urbicidio o la producción del olvido”.

En su exposición, el profesor Carrión se refirió a los desafíos actuales para cambiar el objeto de estudio del patrimonio, desde una visión simplista asociada a la conservación de edificios o conocimientos, hacia una estructuración basada en el concepto de cambio y de sujetos patrimoniales siempre en conflicto con la necesidad de hacer ciudad.

“Este concepto de volver a pensar en el patrimonio desde otras veredas, necesita de nuevas concepciones en donde se reivindiquen los proyectos colectivos, que es en donde se obtiene la historia de las cosas, sin dejar de reconocer que actualmente es el mercado el que muchas veces toma el rol que la comunidad no hace”, señaló el experto.

Todo ello, de acuerdo al arquitecto, lleva a una crisis del concepto de patrimonio, ya que los tratados internacionales sólo reconocen la cáscara de las ciudades, dejando de lado el verdadero sentido de los lugares, que son las historias personales.

“Nunca se había hablado tanto de patrimonio porque nunca se había destruido tanto como ahora, y este proceso es masivo y selectivo, debido a la globalización de los mercados, a que las instituciones no han podido replantearse el concepto y se goza de una excesiva confianza en tratados que son letra muerta frente a reivindicaciones del espacio que la ciudadanía necesita”, planteó.

La presentadora del encuentro e investigadora responsable del proyecto Fondecyt, Dra. Alejandra Brito, comentó que, previamente, fueron partícipes de reuniones en la comuna de Tomé, en donde se ha instalado la idea de promover la antigua fábrica de paños Bellavista como monumento nacional.

“Hemos visto en primera línea, en conjunto con el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), todo el proceso de declaratoria de Monumento Nacional de la Fábrica Bellavista Tomé, además que hemos realizado mucho trabajo de terreno de recuperación de memoria con ex trabajadores de la fábrica, por ello era fundamental que Fernando Carrión se nutriera de nuestra experiencia a nivel local”, comentó.

Para la académica, “lo que Fernando nos ha dicho es muy iluminador, porque tiene que ver con el patrimonio como una transmisión cultural, como una herencia. Somos nosotros como sociedad quienes estamos transmitiendo una herencia del significado que tienen las ciudades, los monumentos, los lugares”.

“Si tomamos la fábrica de Tomé bajo esta mirada, no es sólo un monumento que tiene importancia, sino que fundamentalmente ahí hay una historia, hay una memoria de luchas sociales, de un movimiento sindical, es la identidad de barrio que se construye a partir de todas las instalaciones de la fábrica. Por ello, el nuevo paradigma del patrimonio es fundamental, es pensar una ciudad que tiene memoria y que es necesaria articular con todos sus actores, definir muy bien lo que son los sujetos patrimoniales y trabajar en conjunto con ellos”, aseguró la Dra. Brito.