Un emotivo homenaje rindieron los docentes y alumnos de Derecho a quien fuera, hasta mediados de este año, el encargado de edificio en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Mario Vicencio.
El hall de la facultad fue el lugar escogido para el reconocimiento a una trayectoria de más de cuarenta años de trabajo, testimoniado en una medalla, una fotografía recordatoria de los 150 años de la carrera y el prolongado aplauso de los estudiantes que acompañaron la ceremonia desde los balcones de los pisos superiores.
El decano José Luis Diez contó que el homenaje fue acordado por el Consejo Directivo y apoyado por el Centro de Alumnos. Así se gestó el acto conjunto destinado a agradecer “su sacrificio, abnegada labor, compromiso excepcional, su buen criterio y también, en lo personal, su buena atención en mis tiempos de estudiante”.
Por su parte, el presidente del Centro de Alumnos, Julio Bustos, agradeció el trabajo dedicado por don Mario “a estas salas, estos pasillos, este edificio y, sobre todo, a tantas generaciones que hemos pasado por esta escuela”, a la vez que destacó el humor y los buenos consejos del homenajeado, así como el apoyo permanente brindado a los estudiantes en sus presentaciones deportivas.
Emocionado con el reconocimiento, Mario Vicencio destacó la buena disposición de todos los miembros de la facultad hacia él. “Por eso estoy agradecido de todas las autoridades, diferentes decanos, que me dieron espacio para trabajar con ellos, siempre hubo con ellos un trato cordial”, manifestó.
Conocedor de cada rincón de la facultad, de sus profesores y de distintas generaciones de alumnos, Vicencio atesora mucha vivencias y anécdotas, momentos buenos y malos, e historias, varias de las cuales quedan resguardadas bajo su buen criterio.
“Uno es persona reservada, no se puede contar todo (…) Lo que todo el mundo sabe es que en el edificio siempre hay gente que está penando. Hay muchos profesores que han salido arrancando de miedo”, aseguró.