El Consejo del Departamento de Historia de la Universidad de Concepción, frente a la determinación del Consejo Nacional de Educación (CNED) de rebajar a la categoría de optativa la enseñanza de la historia, en tercero y cuarto año de enseñanza media, ha suscrito esta semana una Declaración Pública en la que señala, entre otras indicaciones, que “la historia es constitutiva de todas las sociedades y por tanto, un eje fundante de las culturas e identidades de quienes las componen. Así como otros pueblos utilizan la oralidad y la convivencia para la transmisión de la historia y las bases de la identidad, nuestra sociedad integra esta formación en el currículo formal, lo que implica depositar allí toda la responsabilidad de proveer a las personas las claves para comprender a la sociedad de la cual forma parte. Eliminar esta formación trae consigo, por tanto, el riesgo crítico de promover luego el ejercicio ciudadano y profesional carente de elementos de juicio ético basado en la experiencia social”.

En otro punto de la declaración expresa que “el estudio de la historia en las etapas de tercero y cuarto medio es crucial para propiciar el pensamiento crítico de los alumnos, ya que son los años de cierta apertura hacia el aprendizaje reflexivo y la problematización. Un fenómeno análogo sucede con la úsqueda de una identidad, cuestión central en la enseñanza y difusión de la Historia. El menoscabo en la formación crítico-analítica de los estudiantes de 3º y 4º medio es evidente al no contar con una asignatura que tribute de manera esencial a dicho logro”.

“La formación en historia de todos/as quienes formamos parte de nuestra sociedad, constituye la principal fuente que sitúa a las personas en el tiempo y el espacio. Sin esta formación, corremos el riesgo de perder las coordenadas básicas de nuestra existencia, las explicaciones de nuestro presente y del lugar que corresponde a cada uno/a en su tiempo. Las reformas curriculares deben realizare con consulta a una amplia variedad de expertos, es decir, académicos y profesores de aula, de otra manera, se traducen solo en una medida que parece enajenada respecto de las problemáticas del presente, o bien, como un propósito deliberado de impactar en función de objetivos de carácter ideológico y no científico, generando escenarios de incertidumbre respecto del futuro laboral de quienes han decidido estudiar historia y hacer de ella su ejercicio profesional”, indica la declaración pública.

Concluye el documento haciendo un llamado a las autoridades respectivas a “eliminar la medida del CNED y a generar una apertura a la discusión y reflexión sobre los contenidos a entregar en una temática tan relevante para nuestra sociedad y las futuras generaciones, como es la enseñanza de la Historia”.

Revisa la declaración completa aquí.