Invitado por la Comisión de Educación del Senado, el Decano de la Facultad de Educación, Dr. Oscar Nail, expuso su opinión acerca del proyecto de ley de Carrera Docente, iniciativa que se encuentra en tramitación en el Parlamento.
El decano asistió como presidente del Consejo de Decanos de Facultades de Educación del Cruch (Confauce) y estuvo acompañado por las decanas de las universidades Metropolitana de Ciencias de la Educación, Ana María Figueroa; de la Universidad Católica, Lorena Medina y por Aurelio Rojas, decano de la Universidad del Bío Bío.
En el encuentro, el Dr. Nail dio cuenta de la realidad de las diversas facultades de educación que son parte del Consejo, señalando que este proyecto no ha vislumbrado las necesidades de las escuelas que se encuentran en los extremos del país. "Las sedes que se ubican en los extremos viven realidades muy diversas y con las características del actual proyecto de ley tenderían a desaparecer". Esto, por las exigencias que se establecen en cuanto a aumentar el puntaje PSU de ingreso de los alumnos de Pedagogía.
Además, señaló que las facultades de educación están disponibles para comprometerse en aumentar la calidad de las carreras de Pedagogía, así como también, participar en la elaboración de estándares y evaluaciones para sus estudiantes.
Respecto a la acreditación de calidad, el decano criticó el sistema actual, señalando que de la matrícula total de alumnos del área, un porcentaje alto estudia en carreras no acreditadas. A modo de ejemplo, según información entregada por el Mineduc, un 50% de las carreras de todo el sistema -considerando los programas que se imparten en cada sede, tanto universitarios como de institutos- no están acreditadas.
Respecto a la demanda de profesores en el mercado laboral, el decano hizo hincapié en que cada año egresan 15 mil jóvenes profesores, de los cuales solo 5 mil terminan trabajando como docentes. Por esto, señaló que las facultades están disponibles para generar un acuerdo de cuántos profesionales realmente se necesitan, siempre que existan los mecanismos que les permitan formar menos estudiantes sin tener un detrimento económico.