El Dr. Ricardo Barra, Decano de la Facultad de Ciencias Ambientales e investigador del Centro Eula, se encuentra participando en la reunión de la triple conferencia de las partes de los Convenios de Estocolmo, Basilea y Rotterdam, que se realiza en la ciudad de Ginebra (Suiza). Esta es la máxima instancia de discusión global sobre problemas de contaminación con productos tóxicos, y cuenta con una participación de más de 1.800 delegados de todos los países miembros de los Convenios, Organismos no Gubernamentales e internacionales, que se reúnen durante dos semanas en Ginebra.

Muchas de las decisiones que se toman en esta conferencia tienen que ver con la prohibición global de productos químicos utilizados en la agricultura o en la actividad industrial, para proteger la salud humana y el ambiente de sustancias altamente tóxicas.

El Dr. Barra fue invitado a participar en dos eventos en el marco de esta reunión. En el primero, organizado por el Fondo Mundial del Ambiente (Fmam) con el título “'Looking Back, Looking Forward - Programming for Impact' ("Mirando el pasado, mirando el futuro - Programación para el Impacto"), se discutió el rol de la ciencia para mejorar los proyectos del Fmam; principal fuente de financiamiento de los convenios sobre sustancias químicas y desechos, en particular para países en vías de desarrollo y con economías en transición; y reflexionar sobre el futuro programa del FMAM que se inicia en 2018-2022, donde se requiere una inversión de más de 6 billones de dólares para abordar los graves problemas ambientales enfrentados por el planeta.

El segundo evento, en tanto, es una discusión en torno al documento Science to Action Roadmap. (Ciencia para la Acción: Hoja de Ruta), preparado por el secretariado de los tres convenios, y en el que el Dr. Barra participa a través de su rol en el Panel Científico del Fmam. En este documento se pone relevancia el rol de la ciencia y la necesidad de mejorar la participación de la comunidad científica en la toma de decisiones a nivel local y global, mejorando los niveles de comunicación que existen actualmente y relevando la importancia de la contaminación química en las agendas nacionales.