Durante dos jornadas, en la Sala Elso Schiappacasse de la Facultad de Medicina se impartirá la tercera versión del curso de Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y la Salud (CIF), abierto a profesionales de distintas áreas.

Los principales objetivos de la actividad apuntan a actualizar conocimientos sobre marco conceptual y enfoque de discapacidad, aplicar el actual marco conceptual en torno a la discapacidad en el ámbito clínico y comunitario, y desarrollar una propuesta de difusión de los conceptos actuales de discapacidad o aplicación del modelo a nivel local.

La kinesióloga María José Solis, relatora del curso y Directora del diplomado en Discapacidad e inclusión del Departamento de Kinesiología, explicó que la clasificación CIF “aporta a un lenguaje unificado y una visión actual sobre discapacidad e inclusión, además tiene un sistema de clasificación en el cual se realizan ciertos instrumentos de evaluación basados en esta CIF que nos sirven para evaluar discapacidad y para poder aplicarlo en la clínica y también para investigación y para otras áreas”.

La profesional es una de las instructoras internacionales formadas en el uso de las CIF y contó que, además de este curso, que habitualmente se imparte una vez al año en la UdeC, “también lo he ido a dictar directamente a servicios de salud o algunos hospitales en la región que lo han solicitado. La idea también es ir promoviendo un poco la visión actual de discapacidad, el lenguaje, cómo lograr la inclusión de las personas en situación de discapacidad, que es el norte, el objetivo final y lo que más buscamos”.

Respecto de la importancia de que los profesionales de la salud se actualicen en el manejo de enfoques y conceptos asociados a la discapacidad, manifestó que “en Chile existe una visión que es muy asistencialista, que a veces es un poco de beneficencia, hacia las personas en situación de discapacidad más que fomentar la autonomía. Hoy, lo que se busca y lo que dicen los lineamientos internacionales también es que las personas en situación de discapacidad logren su autonomía, se vean a través de un enfoque de derechos y se logre su participación e inclusión plena con los demás, en igualdad de condiciones”.

La actividad contó con un “coffee break inclusivo”, a cargo del taller Per Se, integrado por jóvenes con diferentes tipos de discapacidad. Pamela Araya, kinesióloga que trabaja con esta agrupación, explicó que se trata de una instancia de inclusión laboral, que cuenta con el apoyo de profesionales de la salud, en la que las y los jóvenes elaboran pan amasado, pan integral y cocadas, entre otros productos que considera este servicio y que tiene por objetivo trabajar “la inclusión, la red social, compartir con otras personas, sentirse ellos que son útiles también para la sociedad. Se les paga por lo que hacen y todas sus habilidades motrices, cognitiva, se trabajan en torno a este coffee break”.