Un nuevo sistema de observación pondrá en marcha el Programa de Financiamiento Basal Copas Sur Austral, en la zona de la Patagonia, como resultado de un proyecto de Equipamiento Científico y Tecnológico, Fondequip, adjudicado en el primer concurso de este instrumento creado por  Conicyt en 2011.
El sistema -que será  instalado durante febrero en las cercanías de Cochamó, en el Fiordo de Reloncaví- está compuesto de una boya oceanográfica superficial, importada desde Canadá, dotada una serie de sensores para el seguimiento continuo de diversas variables en el mar (corrientes, temperatura y salinidad, oxígeno disuelto, turbidez y concertaciones de clorofila,  de nitrato y de materia orgánica coloreada) y una estación meteorológica, situada en tierra, con capacidad para medir temperatura, viento, presión atmosférica, humedad relativa y precipitaciones.
El investigador Copas Sur Austral, Carlos Moffat, quien ha estado a la cabeza de este proyecto, cuenta que además de aportar información sobre una multiplicidad de parámetros, la plataforma tiene la ventaja de que está implementada para realizar la transmisión de datos en tiempo real, a través de un sistema dual que puede conectarse tanto a las redes de telefonía celular, como a la red satelital Iridium.
Toda la información, señala el doctor Moffat, será publicada en una página web interactiva que colectará los datos de ambos instrumentos (actualmente cada uno cuenta con su propio sitio) y estará disponible de manera gratuita para todos los interesados. La web, agrega, permitirá acceder a los datos y también generar gráficos o tablas dentro del mismo sitio.
El sistema se encuentra actualmente en Concepción,  en el taller de la empresa que se encargará de su instalación, donde se están realizando una serie de pruebas  “en seco”, mientras se preparan los ensayos en agua que se realizarán antes del traslado del observatorio hacia el sur.
 “En este momento, cuenta el investigador, el sistema se enciende cada una hora, toma muestras (para el ciclo de temperaturas, por ejemplo), se conecta a la red celular y envía los datos a un servidor remoto en Canadá”.
El investigador señala  que este sitio remoto será usado sólo en la fase de marcha blanca,  ya que se está trabajando en un software para avanzar en la integración de los dos sistemas en una sola web que quedará alojada en un servidor  bajo la administración de Copas Sur Austral.
Un aspecto que Moffat  destaca del nuevo observatorio es el sensor que mide nitrato, un  instrumento que –dice- es  escaso en el país y que permitirá tener por primera vez una serie continua de observaciones del ciclo de nutrientes en el sur.
Los datos que recogerá la boya oceanográfica -como explica el académico- no sólo servirán para comprender la variabilidad natural del fiordo (uno de los objetivos científicos de Copas Sur Austral), sino que también permitirá entregar información relevante, por ejemplo, para los centros acuícolas de la zona, que podrán conocer los cambios en variables de interés como los ciclos del oxígeno y de los nutrientes.
Otros potenciales usuarios, además de la comunidad científica,  podrían encontrarse en operadores de turismo, capitanes de puerto y organizaciones no gubernamentales interesadas en conocer las condiciones del sistema de fiordos.
Remontando el déficit

El doctor Moffat indica que los fiordos son uno de los “sistemas menos observados tanto en  Chile como en el mundo” y por eso –agrega- hay mucho por hacer en términos de registros.
En este ámbito destaca los avances que se han producido a través de Copas Sur Austral y el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) que, a su juicio, son “una contribución importante en cambiar esta situación, pero éste es un déficit histórico y una de las cosas que nos faltan son series de tiempo (observaciones continuas por periodos amplios)”.
Por eso, a juicio del investigador, el uso de tecnologías, como las que incorpora la nueva plataforma, es un paso relevante para incrementar el conocimiento de la zona.  Sin embargo, agrega, este es solo un elemento más dentro de las estrategias de observación, ya que el  uso continuo de estos instrumentos (que garantizan cobertura temporal en un punto)  se complementa con campañas in situ con las que se busca ampliar la cobertura espacial de las mediciones.