Una red sismológica fortalecida, con una capacidad cuatro veces superior a la actual, tendrá nuestro país dentro de de los próximos cuatro años, como resultado de un acuerdo entre la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile.
El director del centro científico, Sergio Barrientos, informó que el acuerdo ingresará en el corto plazo a Contraloría, para su ratificación  y puesta en vigencia, lo que –dijo- permitirá comenzar la instalación de nuevos equipos adquiridos por el gobierno, en el objetivo de fortalecer las redes de observación.
El doctor Barrientos confirmó el cierre del acuerdo, esta mañana, en la segunda jornada del taller "El terremoto de Maule 2010: lecciones aprendidas, nuevos descubrimientos y futuros avances", convocado por los Departamentos de Geofísica y de Ciencias de la Tierra de la UdeC, y en el que el académico participa en calidad de integrante del comité organizador.
De acuerdo al investigador, los recursos aportados desde 2008-2009, hasta ahora, representan “la inversión más grande en Chile desde 1908, cuando se creó el Instituto Sismológico, luego del sismo de 1906 de Valparaíso. El gobierno de la época dispuso la creación del Instituto instalando varios sensores a lo largo de todo Chile”, dijo.
En la actualidad, la red –como contó Barrientos- consta  de 70 estaciones sismológicas de transmisión de datos en tiempo real, más 20 acelerógrafos y unos 50 GPS. A éstos se agregarán 75 estaciones sismológicas de banda ancha, 300 acelerógrafos y 130 GPS, un incremento que “permitirá cuadriplicar las capacidades de observación”.
Una de las novedades del nuevo instrumental son los GPS que se dispondrán a lo largo de toda la costa y que, según Barrientos,  permitirán potenciar los sistemas de alarma, puesto que a través de ellos se podrá determinar si un eventual terremoto tiene o no un potencial tsunamigénico.
Una fiesta científica
El encuentro reúne, hasta el viernes, a medio centenar de especialistas nacionales y extranjeros, quienes han llegado a la UdeC para compartir resultados de sus investigaciones en torno al megasismo del 27 F, con el fin de comprender de mejor forma las características de este evento.
“Es un privilegio tener en la UdeC a sismólogos de alto nivel internacional, compartiendo en este taller sus conocimientos con científicos en Chile y llegar a conclusiones y recomendaciones para futuras investigaciones sobre estos grandes terremotos. Estos días son una fiesta de la sismología,  para compartir conocimientos, experiencias y aprender de los otros”, señaló el integrante del comité organizador local, el doctor Klauss Bataille, al explicar el carácter de la reunión.
Bataille señaló que estudios presentados hasta ahora muestran “cierto consenso” sobre el proceso del terremoto de 2010, así como de las características de la zona de subducción que cubrió. El docente del departamento de Ciencias de la Tierra explicó que las investigaciones sobre el 27 F en particular y la combinación con estudios de otros terremotos, son lo que va a permitir establecer un conocimiento más acabado sobre estos grandes sismos, aunque agregó que en la medida en que se analizan con más detalle  los procesos de cada evento  “muchas veces hay más preguntas que respuestas”.
Inauguración
El taller fue inaugurado la tarde de ayer con la participación del director nacional de la Onemi, Ricardo Toro; el investigador del Instituto de Física de la Tierra de Estrasburgo, Francia, Armando Cisternas, y el vicerrector de Investigación y Desarrollo, Bernabé Rivas.
Reconociendo el carácter altamente sísmico de nuestro país, el director de la Onemi señaló que en términos de conocimientos las prioridades de inversión están en la educación de la población sobre los riesgos de estos eventos, y en la investigación y el desarrollo de soluciones propias “que requiere el país para la toma de decisiones, fundamentalmente en alerta temprana y en la respuesta posterior a la ocurrencia de emergencias, como terremotos o tsunamis, que son las más graves que nosotros conocemos”.
Sin embargo, dijo que existen otro tipo de emergencias que deben ser monitoreadas y que también requieren ser dotadas de capacidades, en el marco de la puesta en marcha del Sistema Nacional de Protección Civil.
Sobre este tema,  Toro adelantó que han estado en contacto con distintos grupos de trabajo relacionados con la reducción de riesgos de desastres en la UdeC, con la idea de establecer un convenio para el desarrollo de proyectos relacionados con la implementación Sistema.
Por su parte, el  investigador chileno radicado en Francia, Armando Cisternas, se refirió a las necesidades de formación de especialistas de alto nivel en el área de sismología.
“Chile es el país más sísmico del mundo y toda su geografía es el resultado de los terremotos y por tanto entenderlos y estudiarlos es fundamental”, afirmó.
Para el investigador, la falta de especialistas  es resultado de la migración de científicos desde Chile al extranjero tras el Golpe de Estado de 1973, año que –en su opinión- significó el cierre de un lapso fructífero para los estudios sismológicos en Chile, iniciados en 1956.  Por eso, a su juicio, urge una política nacional de formación de gente joven que contribuya a entender los procesos sísmicos.
En tanto, el vicerrector Bernabé Rivas se refirió a la necesaria interdisciplinariedad en el estudio y comprensión de sismos de gran magnitud, así como para la preparación frente a futuros eventos, de modo de reducir los impactos sociales.  “Para todo esto es fundamental la participación y contribución organizada del estado, organizaciones civiles, de las fuerzas armadas e instituciones como las universidades. En este sentido, la Universidad de Concepción, ratificando su vocación pública y de servicio a la comunidad, lo ha realizado invariablemente, en que sus académicos, funcionarios y estudiantes han trabajado y contribuido para atenuar lo que han provocado los desastres naturales”.