Como un caso exitoso y único en Chile fueron  catalogados  los servicios prestados por la Unidad de Propiedad Intelectual de la Universidad de Concepción, según los resultados del proyecto CEST+I (Chile-European Union STI Initiative), financiado por la Comisión Europea y  Conicyt.
Los detalles de este análisis comparativo se presentaron en el taller  internacional “Patentes y Licencias: Beneficios para investigadores en Chile”, actividad organizada por Conicyt y el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi) y en la cual participó la jefa de la Unidad de Propiedad Intelectual (UPI) de la UdeC, abogada Ximena Sepúlveda,  quien expuso sobre las políticas de propiedad intelectual de nuestra casa de estudios
Sobre este reconocimiento, Sepúlveda destacó la visión de la actual rectoría de crear  en el año 2003 una Unidad multidisciplinaria y experta destinada a hacerse cargo de la gestión de la Propiedad Intelectual en la Universidad, lo que calificó como "un aspecto trascendente considerando  la tercera misión de la Universidad,  relacionada con  hacer  transferencia de sus productos e innovaciones  en general a la sociedad”, explicó.
Es por ello que recalcó que desde su creación, la UPI –conformada por un equipo jurídico y técnico, con formación y experiencia en propiedad intelectual e industrial- ha internalizado las labores de identificación y protección de activos de Propiedad Intelectual de la UDEC.
Asimismo, destacó que el estudio valora los servicios prestados por la Unidad de Propiedad Intelectual de la UdeC, mencionando que incluyen la tramitación de patentes de invención, modelos de utilidad, diseños industriales y marcas registradas, y el registro de los derechos de autor.  “Se reconocieron  los incentivos que la UdeC ha generado para promover  el  patentamiento, como el 50% de utilidades a nuestros académicos, la creación de un bono que se paga a los investigadores que participan en la presentación de una patente, similar al que se paga por una publicación ISI, y la inclusión, como criterio en el proceso interno de evaluación académica, de la tasa de patentamiento”, precisó.
En relación a ambos cambios,  Sepúlveda indicó que “buscan alentar a los académicos a patentar para obtener no sólo beneficios económicos, sino también la mejora de la evaluación respecto de su posición y trayectoria académica”.
También, destacó, al igual que el estudio, la  puesta en marcha  de un Comité de Propiedad Intelectual, cuya función principal es la de proponer políticas generales en materia de Propiedad Industrial, en particular las relacionadas con el establecimiento de normas y procedimientos para promover, fomentar y proteger los conocimientos resultantes de la actividad inventiva dentro de la universidad.
Además, en el estudio se presenta a la Universidad de Concepción en el  primer lugar  de solicitantes  de patentes entre 1991- 2010, y  en patentes aprobadas por institución  entre los años 1996-2013, Proyectos Fondef.
Sobre los desafíos, Sepúlveda anunció que “se está trabajando en el fomento de la creación de  empresas  de base tecnológica. El comité de propiedad intelectual lo está  estudiando. Esto significa poder fomentar la creación de empresas que estén conformadas por algunos de nuestros  investigadores, con la finalidad de poder transferir  los productos y las innovaciones generadas en la universidad al mercado productivo, con la finalidad de generar una vinculación más directa con la comunidad”.