Reafirmando el compromiso de nuestra casa de estudios con el desarrollo de las ciencias del mar, el rector Sergio Lavanchy inauguró esta mañana la conferencia Cooperación Chile-Estados Unidos en Oceanografía, organizada por el Departamento de Oceanografía y el Programa Copas Sur Austral de la UdeC, junto a la oficina de Investigación Científica de la Armada de Estados Unidos, con sede en la embajada de ese país en Chile.
Científicos de la UdeC, de otras universidades y centros de investigación nacionales se encuentran reunidos hasta el viernes junto a sus pares de casas de estudios norteamericanas y organismos de la relevancia del NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration)  en una primera aproximación que busca poner en común las investigaciones que se llevan a cabo en ambos países en el ámbito de las ciencias marinas.
En su intervención, la autoridad destacó la existencia, en Chile, de una comunidad de investigadores con reconocimiento mundial, así como de un extenso borde costero, en el que están representados diversos ambientes marinos de alto interés para la ciencia internacional. “Sin embargo, sabemos que las posibilidades de colaboración son limitadas y se ven dificultadas principalmente por las distancias y por el hecho de que la comunidad científica internacional en esta área se encuentra normalmente concentrada en el hemisferio norte”, precisó.
A juicio de Lavanchy, los problemas que surgen para abordar la investigación oceanográfica  pueden ser reducidos “con la participación conjunta de las instituciones que comparten el interés por esta área tan importante, cuyo desarrollo requiere de una acción  colaborativa y multidisciplinaria”.
Ese es el sentido que se ha querido dar a esta reunión que -para Augustus Vogel, director asociado para América Latina y Africa Sub Sahariana de la Oficina de Investigación Científica de la Armada de Estados Unidos-  apunta a ampliar la colaboración bilateral entre los países.
Para el directivo, la construcción del buque oceanográfico y pesquero  Cabo de Hornos  significa un gran paso para las ciencias marinas en Chile, ya que a su juicio permitirá el desarrollo de proyectos de colaboración de mayor envergadura. “Con este buque podemos hablar de otro nivel (de investigación) y por eso hay tanta gente que quiere venir a colaborar con Chile, porque el nivel de sus investigadores en Chile es alto”.
Vogel señaló, asimismo, que la extensión de la costa en nuestro país ofrece muchas oportunidades para dar respuesta a grandes interrogantes que se relacionan con el océano, como aquéllas vinculadas al medioambiente, al cambio climático y los mares polares, entre otros. “Hay muchos temas que podemos desarrollar con Chile. Chile  es un  país marítimo y por eso es un país bueno para trabajar juntos”, puntualizó.
Nueva embarcación
La ronda de exposiciones fue abierta por el secretario ejecutivo del Comité Oceanográfico Nacional (CONA),  capitán de navío  Fernando Mingram, quien hizo una presentación introductoria en torno al buque pesquero y oceanográfico Cabo de Hornos, que está en su etapa final de construcción en los Astilleros de la Armada,  Asmar, y que mañana será visitado por los asistentes a la conferencia.
La nueva embarcación –que estaba lista para ser inaugurada la tarde del 27 de febrero de 2010- demandó una inversión de 67 millones de dólares y, como explicó Mingram, compartirá tiempos para la investigación pesquera (100 a 140 días al año) y oceanográfica (120 días), de acuerdo a una programación anual a cargo de un comité especial adscrita al Estado Mayor General de la Armada.
La embarcación –de 74.1 metros de largo y 15.6 de ancho- será entregada en marzo del próximo año y se espera que su primer zarpe ocurra 4 meses después. De acuerdo a Mingram, permitirá ampliar de manera importante la posibilidades de investigación, al contar con una capacidad mayor para albergar a científicos.
Se trata de un cambio sustancial en las condiciones para los estudios de campo, como reconoce el director del Programa Copas-Sur Austral y coordinador de la conferencia, Silvio Pantoja, quien afirma que existen amplias expectativas de la comunidad científica en torno a esta nueva plataforma. Sin embargo, advierte que es necesario establecer mecanismos para lograr su máximo aprovechamiento, considerando que cada día de operación de la embarcación significa aproximadamente  30 mil dólares.
Por eso, dijo, la comunidad oceanográfica estudia generar un sistema similar al que  tienen los investigadores del área astronómica en Chile. “Las observaciones no son financiadas por cada proyecto, sino que con fondos centrales que se obtienen de algún lado, que es como funciona la oceanografía en Estados Unidos, donde hay un sistema al que están asociados todos los barcos. Entonces, los investigadores  postulan proyectos y cuando se aprueban el sistema  asigna los días/buque, que no se pagan  por el proyecto sino por un sistema centralizado. Es eso a lo que tenemos que llegar”, dijo.
Es un tema que preocupa a la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, Conicyt, representada en la conferencia por su secretario ejecutivo, Mateo Budinich, quien puntualizó que “estamos tratando por distintos medios de asegurar a los oceanógrafos una capacidad de observación razonable: ellos necesitan estar en el mar para  hacer sus observaciones y no en cualquier parte del mar, no a la orilla, sino que necesitan desenvolverse por varios días mar adentro y eso a veces tiene un costo alto, pues el mayor de los problemas es que el buque se mueva. Por eso hemos estado acá para mostrar el apoyo a la comunidad de oceanógrafos”, dijo el ejecutivo.
En este objetivo, señaló, la invitación a las distintas instituciones es a compartir recursos para abaratar costos. “Ellos (los científicos) no pueden hacer investigación por sí solos, entonces tenemos que hacer que la pobreza de todos sea la riqueza de muchos”, dijo el ejecutivo quien, a la vez, destacó la iniciativa de la UdeC y sus investigadores en orden a realizar este encuentro.
En su opinión, este encuentro  “cabe dentro del interés de la globalización,   de hacer que la ciencia chilena esté cada vez más conectada con el mundo y con buenas instituciones”.