En una ceremonia llena de recuerdos, los compañeros de trabajo y jefes de José Luis Garcés le rindieron un homenaje, luego de jubilarse tras 37 años de trabajo en la UdeC.

Garcés llegó a la Universidad de Concepción en 1980, para desempeñarse como guardia de seguridad. Desde entonces, tanto él como su familia han estado ligados a esta institución. Incluso, durante 14 años vivieron en una casa que la UdeC tenía al final del Campus Concepción, hoy espacio dedicado a talleres. De allí nace el vínculo casi familiar de ellos con esta institución.

Sus compañeros le entregaron un reconocimiento a sus años de trabajo, mientras que sus jefes destacaron su compromiso con la UdeC y su talento como líder. Su dedicación al trabajo fue tal, que para el terremoto de 2010 fue uno de los primeros guardias en llegar, relevando de su puesto al jefe de turno de noche. Junto con otros guardias, un grupo de jardineros de la Universidad y uno de sus hijos, organizaron todo para evitar problemas, sobre todo debido al incendio de la Facultad de Ciencias Químicas. Su familia recuerda con esta anécdota el compromiso y cariño con que se dedicóa a su trabajo.

Una de las características en la que coincidieron todos sus colegas y subordinados es el tiempo que dedicaba a formar a los nuevos guardias. Uno de ellos, Jorge Hube, recordó que cuando se integró en 1989, José Luis Garcés tuvo la paciencia suficiente para explicarle su labor y entrenarlo. “Siempre tuvo tiempo para dar consejos y enseñarnos el trabajo. Para mí fue muy importante ese primer día y que hubiera alguien dispuesto a enseñarme”.

Durante la ceremonia, el homenajeado estuvo en silencio. Formado en la Armada, después explicaría que no quería hablar para no emocionarse. Su jubilación, explicó, se debe a que necesita tratar una enfermedad. De no ser por ello, habría continuado trabajando. Al final, quiso dejarle un mensaje a sus compañeros. “Tienen que empaparse de lo que fue y lo que es la Universidad. No somos cualquiera, somos una Universidad importante en Chile y el extranjero, y el trabajo que desarrollan los guardias aquí no se asemeja al que se hace en ninguna otra institución. Tenemos que velar por este patrimonio, que está bajo nuestra responsabilidad”.