Con apenas un año de existencia, el Club de Ingeniería Civil Biomédica (CICB) de la UdeC logró un importante reconocimiento internacional, al adjudicarse el premio al mejor club estudiantil del área, que cada año otorga la Sociedad de Medicina y Biología del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE EMBS, su sigla en inglés) de EEUU.
El premio reconoce el rendimiento excepcional de los estudiantes en la promoción del interés por la ingeniería biomédica.
La agrupación fue creada por iniciativa del jefe de carrera de Ingeniería Civil Biomédica (ICB), Esteban Pino, y Marcial Sáez, en ese momento estudiante. La idea surgió cuando el académico regresó de Estados Unidos, luego de concluir una estadía doctoral, y tomó mayor impulso cuando Sáez realizó una pasantía en ese país, donde conoció este tipo de clubes y su importancia como plataforma de comunicación con estudiantes  y profesionales del área  alrededor del mundo.
Así, el 10 de junio de 2011 se realizó la primera reunión del directorio, que marcó el inicio de las actividades de la agrupación, cuyo objetivo es difundir los conocimientos relativos a la ingeniería biomédica entre estudiantes y la comunidad, en general.
Entre sus primeras tareas, el CICB se abocó a gestionar el reconocimiento de la IEEE EMBS, luego de lo cual comenzaron a darse a conocer a través de la web y la organización de charlas, sumando, a la vez, nuevos socios. Hoy, la agrupación cuenta con 155 integrantes, reunidos bajo la presidencia de Marcial Sáez, ahora egresado de la carrera -obtuvo el Premio Universidad- y estudiante de magíster en Ingeniería con mención en Ingeniería Eléctrica.
“Son estudiantes de pre y posgrado, donde un gran porcentaje corresponde a alumnos de Ingeniería Civil Biomédica, pero también hay alumnos de Medicina, Kinesiología, Enfermería, Odontología, Ingeniería Civil Electrónica y alumnos de MBA, de magíster en Ingeniería Eléctrica y de magíster en Ingeniería Industrial. Además, hay miembros de la Universidad de Valparaíso”, dice.
A ellos se suman, dos académicos tutores (los doctores Esteban Pino y Pablo Aqueveque), 12 estudiantes que son parte del directorio y tres profesionales colaboradores.
Entre los logros del primer año,  el presidente destaca la realización de un ciclo de charlas que ha abarcado temas como el desarrollo de tecnologías en ingeniería biomédica y   administración e ingeniería clínica en recintos de salud, a cargo de docentes, profesionales del área de la salud, investigadores y alumnos.
“Además, difundimos eventos de interés, como cursos, seminarios, congresos y charlas. Nos organizamos para poder obtener descuentos en la entrada a estos eventos para los miembros del club”, cuenta Sáez.
En el corto plazo esperan avanzar en las gestiones de prácticas profesionales y crear lazos con instituciones públicas y privadas, así como con distintas carreras “para realizar proyectos multidisciplinarios, que permitan generar nuevas tecnologías realizadas en nuestro país en el área de la salud”, señaló.
El premio consiste en 300 dólares para apoyar actividades del club y 1000 dólares para financiar el viaje de un representante a San Diego, Estados Unidos,  para participar en la Conferencia EMBC 2012, en cuya apertura, el 29 de agosto, se realizará la premiación.
Marcial Sáez –quien representará a sus compañeros en el encuentro- señala que el premio reconoce la dedicación mostrada por todos los integrantes del club en la organización de las actividades. “Con este premio reconocen nuestro esfuerzo, y nos muestran como ejemplo ante los nuevos club que se formen en el mundo”, dijo.
Al igual que los estudiantes, los tutores del Club, los doctores  Pino y Aqueveque, han recibido con satisfacción este reconocimiento. A juicio de ambos académicos, los estudiantes se han mostrado muy activos, con un buen nivel de organización y buenos resultados.