Profesionales del Departamento de Recursos Hídricos de la Facultad de Ingeniería Agrícola del Campus Chillán, se encuentran desarrollando un  proyecto financiado por Fondecyt que tiene como finalidad estudiar la vulnerabilidad del Río Diguillín frente a la variabilidad climática.
Tras el primer año de ejecución del proyecto se ha realizado un detallado análisis de la hidrogeología de la cuenca de este río, lográndose establecer un modelo conceptual tanto de la geología, como de los sistemas de aguas subterráneas y superficiales de la cuenca. Además, se identificaron las interacciones existentes entre estos sistemas, gracias a lo cual se pudo comprender cómo se producen los aportes de aguas subterráneas al río.
“La cuenca del Río Diguillín es bien interesante, porque cuando se hizo el estudio del Embalse Diguillín, por los años 70, se encontró que había rocas fracturadas y por eso no se construyó el embalse. Después, en el año 90, cuando se realizó el estudio integral de riego a toda la cuenca del Itata, se encontraron cosas extrañas en el Río Diguillín, como que llevaba mucha agua, y con todos estos datos y considerando el hecho de que el Río Diguillín nace del volcán Chillán, me interesaba  mucho comparar el Estero del Renegado con la cuenca del Diguillín en la parte alta, porque la cuenca del estero tiene todo un desarrollo urbano, es una zona tremendamente intervenida donde se ha presentado una serie de situaciones anómalas como, que el Río Renegado se secaba, que se morían los peces, etc., y por otro lado, justo al lado, tenemos al Diguillín cerca del Valle de Aguas Calientes yla ReservaNacionalde Ñuble, que no ha sido intervenidas. Entonces, tenemos las dos caras y del punto de vista de análisis es bien interesante de investigar”, manifestó el Dr. José Luis Arumí. 
Disminución del río 
Gracias a la cooperación de la Dirección General de Aguas se ha obtenido acceso a los datos necesarios para este estudio, recopilados en las estaciones pluviométricas y fluviométricas, tras cuyo análisis los académicos UdeC se encontraron con una interrogante mayor; que en el Renegado falta agua y en el Diguillín sobra, situación explicada por el Dr. Arumí: “nosotros utilizamos un supuesto, que es que en las cuencas el caudal que se produce en un río por unidad de superficie sea más o menos constante, pero resulta que el Renegado tiene ocho veces  menos agua que el Río Diguillín por unidad de área. Y el cauce del Renegado es un estero y el del Diguillín es un Río, siendo ollas hidrográficas similares. Entonces, descubrimos que el tema de fondo  está dado por la historia geológica del sistema, ya que está formado por rocas que están partidas, con fracturas y la piedra volcánica es porosa, entonces el agua pasa por ahí. Por lo tanto, lo que ocurre en el Renegado es que el agua de lluvia y de los deshielos se infiltra y se mete hasta300 metrosde profundidad y de ahí se mueve hacia el Diguillín. Por eso es que la gente que vive en el valle del Renegado no encuentra agua en pozos, porque el agua está ubicada muy profundo y luego cae al Río Diguillín, por eso es que este no se seca”.
Por su parte, el Dr. Diego Rivera, profesor asociado del Departamento de Recursos Hídricos, señaló que “la intención de este trabajo es primero volcarlo en un modelo matemático que nos permita predecir que es lo que esta sucediendo, y frente a esas condiciones ver que sucedería si tenemos 4 años bajo promedio de lluvia, o 4 años sobre promedio de lluvia, y entonces tratar de ver cuales serían los impactos de la variabilidad del clima, dentro de la hidrología del valle”.
Aplicación práctica
Del análisis hidrogeológico se busca determinar cómo funcionan las cuencas. En este sentido Arumí precisa que “el Embalse Diguillín no se construyó porque las rocas estaban fracturadas y se temía que si se llenaba el embalse el agua iba a escapar por esas fracturas hacia abajo, pero por lo que estamos entendiendo del sistema las fracturas están hacia arriba, lo que implica que el embalse no se va infiltraría, si es que se construyera. Ese tipo de decisiones son importantes y se hacen cuando uno conoce mejor cómo funcionan los procesos de la cordillera. Otra aplicación es la recarga artificial de aguas subterráneas, y mientras no entendamos que estos sistemas son complejos se pueden tomar decisiones erróneas”.
De esta forma, la idea es que a través de este tipo de investigaciones se mejoren las decisiones a largo plazo del manejo de los ríos.
La investigación en la que participan también el Dr. Ricardo Oyarzún dela Universidad de La Serenay el Dr. Enrique Muñoz, dela Universidad Católicade la Santísima Concepción, contempla dos años más de trabajo, por lo que  las tareas se concentrarán en la modelación de flujo de aguas subterráneas y generación de herramientas.