En el Salón de Honor "Carlos Contreras Maluje" de la Ilustre Municipalidad de Concepción, se llevó a cabo el seminario “Eficiencia energética residencial para la descontaminación de Concepción. Estándares y estrategias”, organizado por el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus) y la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía (Faug), con apoyo de la Municipalidad de Concepción. El encuentro contó con la exposición de diferentes expertos en el tema, quienes brindaron sus impresiones acerca de la urgente necesidad de optimizar la eficiencia energética en los hogares del Gran Concepción, debido a que los índices de contaminación están muy por sobre la norma.

Esta iniciativa, de carácter informativa y dialogante, gestionada por el académico e investigador del Cedeus, Francisco de la Barrera, contó con la presencia del académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Pontificia Universidad Católica de Chile e investigador, Walter Bustamante; con la profesora del Departamento de Arquitectura de la UdeC, Manón Pommiez; el investigador postdoctoral de Cedeus, Pierre Simon; y el arquitecto Sigisfredo Brito, encargado de las Entidades de Gestión Inmobiliaria Social (Egis) de la Ilustre Municipalidad de Concepción.



De la Barrera, ecólogo e investigador de temas socioambientales a nivel local, expresó que "con este seminario estamos impulsando la implementación y la sensibilización por materias asociadas a cómo mejorar la aislación térmica de la vivienda como un tema importante para la sustentabilidad urbana. Además de lo positivo de tener una mejor aislación térmica, esa mejora en la gestión de la energía a nivel residencial es fundamental para poder prevenir episodios de contaminación atmosférica y prevenir los efectos que dicha contaminación genera en la salud de las personas".

Además, el profesional señaló que "en general, las viviendas del sur de Chile presentan el mismo problema, dado que las viviendas están mal preparadas para mantener el calor dentro del hogar, sobre todo en invierno, por lo que en la mayoría de las ciudades del sur se usa mucha energía, particularmente leña para calefaccionar los hogares, y eso impacta en la calidad del aire. Hay ciudades que tienen episodios más críticos y más problemáticos, pero Concepción no escapa a este problema, ya que está casi al doble de la cantidad de concentración de material particulado 2.5 a nivel diario, muy por sobre la norma".

Por su parte, Walter Bustamante Gómez, subdirector del Cedeus, presentó una visión histórica de lo que ha pasado en Chile en los últimos 20 años respecto a los estándares de acondicionamiento térmico de viviendas, que actualmente son bastante débiles, pero destacó que en algunas ciudades se han implementado estándares de mejor calidad para disminuir el consumo de energía, lo que también trajo como implicancia la disminución de la contaminación en la ciudad.

El experto destacó que "la urgencia está dada por el hecho de que nuestras viviendas son de muy escasa calidad térmica, eso hace que los consumos de energía para calefacción sean muy altos. Se utilizan sistemas que en la mayoría de los casos contaminan no solo el interior de los edificios o casas, tales como gas licuado, kerosene o leña, que aparte también contaminan la ciudad, y todo eso tiene una implicancia en la salud de las personas, incluso hay gente que muere prematuramente por razones de salud —alrededor de 4 mil personas al año, según los datos del Ministerio del Medio Ambiente—, lo que es una cifra muy grande y da cuenta del inmenso problema que estamos teniendo en nuestras ciudades, especialmente desde Santiago al sur".

Finalmente, Manón Pommiez, profesora asistente del Departamento de Arquitectura de la Faug, manifestó que las mejoras principalmente "deben venir desde el diseño, en la labor que tienen los arquitectos en ejecutar viviendas que tengan una mejor aislación térmica, una mejor hermeticidad al aire; es decir, incluir más sellos, elevar el estándar de calidad de puertas y ventanas, así como también la captación solar, que es lo que tiene que ver un poco con arquitectura bioclimática, por ejemplo, qué porcentaje de ventanas tenemos según orientación, si es al norte, al sur, oriente o poniente. Todas esas son exigencias que impone el Plan de Descontaminación Atmosférica, pero que tienden a mejorar el estándar de confort térmico de la vivienda, de tal forma que disminuyan sus costos o cargas en calefacción"

Respecto a los costos que traen consigo estos nuevos estándares, Pommiez manifestó que "evidentemente suben un poco. En el caso de las viviendas sociales, el Estado debe cubrir ese delta y en el ámbito privado se traspasa al consumidor; pero acá siempre es relevante hacer la evaluación económica, es decir, si yo disminuyo cargas en calefacción, cuánto voy a estar ahorrando al año por concepto de parafina, gas, electricidad, leña, etc. y en cuánto tiempo se paga esta inversión, que no tiene un retorno tan lento, pero sí tiene múltiples beneficios para la salud de las personas y la ciudad", sentenció.