Estudiantes de la Universidad de Concepción, Campus Los Ángeles, investigaron comportamiento de la fauna nativa asociada a esa ciudad. El muestreo se realizó en el radio urbano, y está en plena ejecución. Los resultados serán difundidos en una publicación científica y congresos del área.
La ciudad de Los Ángeles carece, por lo general, de parques y plazas, una crítica muy frecuente, sobre todo de las familias que añoran tener lugares para sacar a pasear a sus hijos. Esto es peor aún si se considera que el principal paseo público -la Plaza de Armas- se encuentra intervenido desde hace más de seis meses, sin fecha de término.
La carencia de un pulmón verde significativo en esta ciudad va aún más allá, pues está dejando grandes consecuencias en la fauna nativa de la zona, que de un tiempo a esta parte ya no se detiene en esta ciudad, sino que pasa de largo.
Así lo demuestra un estudio de investigación que realiza el Grupo de historia natural que reúne a estudiantes del Campus Los Ángeles de la UdeC,  liderados por el docente y jefe de la Unidad de Investigación, Jonathan Guzmán. Se trata de una investigación donde se analiza la micro fauna de los Ángeles, explica el estudiante de cuarto año de Pedagogía en Ciencias Naturales y Biología, Manuel Catalán.
“Ni esta ciudad, ni sus alrededores, ofrece condiciones para albergar la fauna nativa, en particular aves. Esto es debido a la carencia de un pulmón verde, lo que está alejando a bandurrias, fío fío, inclusive al emblemático picaflor, quedando sólo como aves pasajeras, ya que no encuentran lugar para posarse, impidiendo el poder escucharlas y apreciarlas, tampoco llegan en forma abundante los chercanes, a pesar de que son una de las aves que más frecuenta los campos, parques y jardines cerca del hombre.”, dice.

Sin chincolito
Para realizar esta investigación se trabaja en dos grupos. En primer lugar las aves, para lo cual los alumnos van a las plazas y recopilan información siguiendo una metodología estandarizada y con una disciplina que tiene que ver con la disciplina de la ecología. Por otro lado, se estudia el grupo de roedores.
La metodología que respecta a las aves, el investigador se detiene 15 minutos en un punto y observa las especies que pasan y se posan. Los puntos a estudiar son la laguna Esmeralda, avenida Ricardo Vicuña -con cinco puntos de muestreo- la Plaza Pinto y, secundariamente, la Plaza España.
También se había empezado el muestreo en la Plaza de Armas, pero actualmente está intervenida en más de un 50 por ciento, lo que deja muy poco para evidenciar un muestreo real, por lo que se descartó.
Así, en la avenida Ricardo Vicuña hacia el oriente, lo que más se ve son zorzales y gorriones, especies que pueden compartir con el hombre, y en la medida que nos alejamos del centro aparecen queltehues, tiuques u otras aves cosmopolitas y que pueden habitar en cualquier parte. Aquellas especies nativas, o más identificadas con la región, más sensibles, se alejan y prefieren irse a lugares menos habitado.
Es muy poca la biodiversidad, explica Jonathan Guzmán e indica que “es una pena, porque el clásico chincolito -ave nativa de Chile y Argentina- que era muy común, tampoco se le ve. Lo mismo sucede con especies raras como el fío fío, siendo notoria  una baja abundancia de individuos de esta especie, prefiriendo sectores alejados de la ciudad.
Llama la atención además que Los Ángeles, siendo una zona rural, cercana a la cordillera, no tenga un parque que caracterice la flora y la fauna. Lo más verde es la laguna Esmeralda, pero insuficiente para atraer a las aves nativas”, sostiene.
El investigador agrega que en este muestreo tampoco han visto aves del grupo de los pequenes, o de lechuzas, que son controladores de plagas.
Ratón oliváceo
El trabajo de investigación se inició el año pasado y se proyecto para un año. Se espera realizarlo en forma estacional, para observar si el comportamiento es distinto.
“En síntesis, concluye Guzmán, la diversidad de aves es baja, solo aquella asociada al hombre y muy asociadas a la actividad forestal, como los queltehues, tiuques; pero especies más raras, como cachañas, bandurrias, tordos y que buscan condiciones adecuadas para pasar el invierno a menores alturas, no encuentran las condiciones para quedarse en la ciudad”.
También se está evaluando el grupo de roedores, por su importancia en el ecosistema. En este sentido se ha estado analizando la presencia de un ratón nativo de Chile y Argentina, el ratón oliváceo.
Dania Pincheria
Periodista del campus Los Ángeles