Los estudiantes de la carrera de Psicología se reunieron esta mañana para compartir la visión del psicólogo, Benito Baranda, quien expuso sobre el Chile actual y los desafíos para estos profesionales. Con su particular y crítica postura sobre el modelo económico y social, el psicólogo invitó a los estudiantes a reflexionar y a no perder una posición crítica pero justa de la sociedad.
A juicio del ex director nacional del Hogar de Cristo, la consiga que guió el desarrollo “negocios son negocios” generó en el largo plazo grandes grietas de desconfianzas. “En este país hay que abrir mucho la mente, los ojos y el corazón para emprender nuevos rumbos desde nuestros estudios y del ejercicio profesional”, señaló el actual integrante del Consejo Asesor Presidencial contra los conflictos de interés, tráfico de influencias y corrupción.
Para el psicólogo, es afortunado que la sociedad haya ido tomando conciencia de la falacia que encerraba esta máxima de los negocios que no miraba a los individuos, a la comunidad ni a la sociedad mayor. “Esa fue la ceguera que instrumentalizó a las personas, las cosificó y explotó, por lo tanto ignoró la ética, dañó su cultura y creó un nuevo abismo con nuevas rupturas de convivencia”, indicó.
Baranda además criticó la forma de evaluar a las personas según su procedencia, género, color de piel o etnia y, sobre todo, que esa evaluación deje de lado una más profunda que tiene que ver con “el hacer y el Estado”. Es en este contexto, indicó el profesional, donde se han levantado acciones que buscan reconocer las identidades y las diversidades “donde se reciba un trato digno, se reconozcan los derechos”.
El psicólogo señaló que la crisis que están viviendo las sociedades, y la nuestra en particular, “es definitivamente un crisis moral que tiene ribetes sociales, económicos y culturales”. Para Baranda, es en esta realidad donde la psicología tiene mucho que hacer, no sólo en el ámbito del individuo y su entorno familiar, sino también por un tema que ha costado desarrollar y que se refiere a la comunidad y la sociedad, ello debido a “las ricas identidades que nos habitan y que crean diariamente lo humano”, señaló.
Finalmente, indicó que esta ciencia tiene un valor inconmensurable que aportar a lo humano, a la sociedad y a las políticas públicas y sociales, y que, por lo tanto, “no podemos restarnos de esta tarea”.