El ingreso de una hija o hijo a la educación superior siempre es motivo de satisfacción para una familia. Pero, muchas veces, va acompañado de la preocupación por la inversión no menor que conlleva. Por ello, contar con una rebaja del arancel universitario es uno de los beneficios más valorados por los funcionarios y funcionarias de la Universidad de Concepción.

Año a año, son decenas los beneficiados y todos coinciden que más que un aporte económico, esta beca refleja un apoyo concreto de la Universidad a las familias de sus funcionarios y funcionarias.

Así lo señaló Ana Zapata, 5 años trabajando en la UdeC, la mayoría de ellos en la Radio UdeC. Tiene tres hijos de 19, 17 y 8 años. De ellos, los dos mayores, Andrés y Felipe Sandoval Zapata, ingresaron este año a la UdeC a estudiar Tecnología Médica y Medicina, respectivamente.

Ambos cuentan con la rebaja arancelaria y ello ha significado un gran alivio para el presupuesto familiar. “A nosotros nos corresponde el copago. Estamos viendo si pueden obtener gratuidad, pero si no la tuvieran, ya hay una rebaja importante con esta beca”, explicó Zapata.

“Esto es una gran satisfacción y orgullo, pero también hay un sacrificio y un compromiso familiar de cancelar este copago, de cualquier manera, porque la educación de nuestros hijos es un proyecto familiar”.

“Es un primer paso, porque es difícil ingresar a la 'U', pero lo más importante es mantenerse. Por eso nuestro compromiso está en apoyarlos, como sea, porque esto es un sueño, un proyecto familiar y vamos a lograr que ellos se titulen, todos juntos, como familia”. Y en este sueño, recalcó, el apoyo de la Universidad es vital. “Como familia, estamos muy orgullosos de formar parte de la UdeC, porque sabemos que esta Casa de estudios nos respaldará en la educación de nuestros hijos”, expresó.

Una opinión similar señaló Alex Sepúlveda, funcionario administrativo con 23 años de antigüedad en la UdeC, al señalar el gran respaldo que ha significado contar con la rebaja de arancel para costear la carrera de Psicología de su hija mayor, Camila.

“Toda persona que trabaja en la UdeC está consciente que existen innumerables beneficios, pero se valora, sobre todo, tener un descuento considerable en el arancel de las carreras, especialmente, cuando coincide más de un hijo en la universidad”, explicó.

“Yo me saco el sombrero ante la Universidad de Concepción, por este tremendo apoyo que nos entrega para que nuestros hijos puedan estudiar en esta Universidad”.

Quien también ha experimentado este apoyo, por partida doble, es la familia de Susana Villar, docente de la Facultad de Ingeniería Agrícola del Campus Chillán y cuyos hijos, Rodrigo y Paulina Merino Villar, se encuentran estudiando en el Campus Concepción.

“Mi hijo Rodrigo ya está en tercer año de Ingeniería Civil Eléctrica y este año ingresó Paulina a Sociología. Como somos funcionarios con años en la UdeC, sabíamos de esta beca y nuestros hijos tenían claro que iban a estudiar en la Universidad de Concepción, porque es una excelente Universidad y porque existe este beneficio para hijos de funcionarios”, explicó.

Este rebaja siempre es bienvenida, pero aún más cuando los hijos salen de la comuna donde residen, pues se suman los costos de pasajes y alojamiento. “Mis colegas más jóvenes, con hijos pequeños aún, ven lejano este beneficio, pero quienes ya vivimos la realidad de hijos universitarios estamos muy agradecidos de contar con esta beca, que es un apoyo concreto para la familia universitaria”, subrayó.