Un emotivo cierre tuvo el proyecto de Investigación y Creación Artística Aljibe de Madera, en un encuentro realizado en el marco de la Escuela de Verano, en el que los académicos Alejandro Gallegos (Música) y Juan Cid (Español) junto al artista visual, Carlos Vergara, mostraron los productos de un trabajo que une guitarra, literatura y grabado.

La iniciativa tuvo como objeto de estudio la relación entre música, literatura y plástica y se concretó en un conjunto de piezas para guitarra, inspiradas en obras poéticas y narrativas; un libro que contiene un análisis sobre los textos en los que se basaron las composiciones y una serie de once xilografías.

Alejandro Gallegos, director de la iniciativa, explicó que el título del proyecto hace referencia al poema "Las seis cuerdas" de Federico García Lorca, “en el que hace un símil entre la guitarra y un aljibe, donde la guitarra es un contenedor de suspiros, del duende (andaluz)”.

El disco tiene once tracks con composiciones de autores como Máximo Diego-Pujol, Mario Castelnuovo Tedesco y Vicente Ascencio –interpretadas por Gallegos-, cuyas obras encuentran sus referentes en "Los doce cuentos peregrinos", de Gabriel García Márquez; "Platero y yo", de Juan Ramón Jiménez, y "El Romancero gitano", de García Lorca. Asimismo, incluye una composición inédita de Carlos Zamora, indicó el académico.

El trabajo del Dr. Juan Cid estuvo centrado en una reflexión sobre la relación entre “disciplinas que habitualmente se consideran unitarias, que no dialogan entre ellas de forma evidente”. Sin embargo, el vínculo música-literatura “existe desde tiempos inmemoriales, desde Platón hasta Guido de Arezzo (a quien se atribuyen los nombres de las notas musicales)”, dijo.

En su análisis, el académico aludió a la expansión (concepto que viene de la lingüística), para explicar “la manera en que el lenguaje musical absorbe, se contamina se proyecta en algunas dimensiones del lenguaje literario”. En ese sentido, agregó, en este proyecto “hay un diálogo productivo en el que se convocan distintos sentidos, y por eso queremos invitar a que quienes escuchen el disco vayan también a las fuentes literarias”.

El grabador Carlos Vergara comentó que para realizar sus xilografías comenzó por conocer la música y sus evocaciones, “que es la base de este proyecto, y luego, los alcances literarios de Juan Cid fueron completando las imágenes. Entonces hay un componente emocional y otro de carácter documental y ambos maquinaron este cuerpo de obras”.

En las xilografías está presente la figura de un pájaro, ícono del trabajo de Vergara, quien describe estas obras como el compendio de emociones que nacieron de la música. “Hay algo onírico, que traslada a otros tiempos, evoca sentimientos, melancolía, añoranza, recuerdos”.

En la oportunidad, el académico de Música interpretó cuatro piezas del disco, las que fueron reseñadas por el Dr. Cid, ambos acompañados por una proyección de los grabados de Vergara.