Destacando que su figura trascenderá durante los siglos, debido a su enorme aporte al idioma y el impacto de su obra en el mundo, tres catedráticos de la Facultad de Humanidades y Arte de la Universidad de Concepción explicaron esta tarde la importancia de la figura de Gabriel García Márquez, fallecido en México a los 87 años.
A juicio de la directora de Extensión UdeC y académica del departamento de Español, María Nieves Alonso, la escritura de García Márquez, especialmente en Cien Años de Soledad, representa un modo de narrar tan distintivo como el que instaurara Cervantes con El Quijote.
“Pese a su gran bibliografía, creo que García Márquez escribió una de las obras literarias que va a a perdurar en los siglos: Cien años de soledad. Va a perdurar porque es una novela donde el placer está asegurado, el placer y la aventura de leer. Es una novela que abre montones de posibilidades y que hace mirar mundos desde otra perspectiva. Hace ver la metáfora como un medio fundamental para alcanzar el conocimiento, más allá del microscopio o de la ciencia”, dijo.
La académica destacó además que "Gabo" creó personajes que “son para siempre”. “Me parece que Cien años de soledad va a la saga de El Quijote en la lengua castellana, que dentro de un siglo va a estar en las bibliotecas al lado de la obra de Cervantes. No cuenta un cuento, sino que entrega valores éticos y literarios”, señaló.
Por su parte, el director de Revista Atenea y profesor emérito de la UdeC, Dr. Mario Rodríguez, dijo que la muerte de García Márquez “es triste, porque es una de las últimas grandes figuras que desaparece”. Al mismo tiempo, opinó que –a su juicio- Cien años de Soledad, al ser su texto más famoso, releído y reeditado, “oscurece algunos textos que son más maestros, como El coronel no tiene quién le escriba o Crónica de una muerte anunciada”.
No obstante, coincide con la Dra. Alonso en términos de que los primeros párrafos de Cien Años de Soledad es “un comienzo definitivo. Si la novela terminara ahí, igualmente sería una buena novela”.
El Dr. Rodríguez destacó que el realismo mágico que instauró García Márquez se centra fundamentalmente en una técnica especial de describir un hecho cotidiano como si fuera fantástico, y viceversa. “Es un truco técnico que fue repetido hasta el cansancio por imitadores. No obstante, en el caso de García Márquez ese elemento mágico se encuentra en los detalles”, dijo.
Otro aspecto que destacó el académico es que Cien años de soledad es como un espejo de sí misma. “La novela tiene 20 capítulos y en los 10 primeros narra una historia en la que es imposible alcanzar el incesto y los 10 últimos capítulos son la historia del incesto que se produce. La primera parte se refleja invertida en la segunda. Es como si comenzara dos veces”, dijo.
En tanto, para el director del Doctorado en Literatura Latinoamericana de la UdeC, Dr. Edson Faúndez, la muerte de Gabriel García Márquez constituye una gran pérdida no solo para América Latina, sino que para el mundo entero.
“Su legado es enorme y creo que hay un aspecto de su escritura que merece que nosotros lo recojamos, lo cuidemos y lo proyectemos hacia el futuro, y tiene que ver con ese sueño que se traduce en la posibilidad de que el trabajo artístico, en su caso su trabajo literario, pueda producir algo en la realidad: en su literatura hay ilusión desplegada que es de máximo valor –y que hoy pareciera estar un poco debilitada- en el sentido de que el trabajo artístico, la literatura, puede afectar en algo la realidad”, señaló el Dr. Faúndez.
De acuerdo al investigador, esto se traduce en “una ética de la literatura y esa ética de la escritura es también esa ética del encuentro del hombre con el hombre, de la disolución de las fronteras que nos separan, de la destrucción de aquellas fuerzas que instalan diferencias de todo tipo entre los hombres, desde las disimetrías sociales hasta la negación violenta del que consideramos diferente”.
Al lado de este legado está su prolífica producción literaria, con “obras que constituyen piezas claves, textos clásicos en la literatura latinoamericana y universal, como es el caso de Cien años de soledad, y su propuesta estética, la síntesis de realismo y magia, el realismo mágico que definiría, de algún modo, las características heterogéneas de Latinoamérica”, comentó el académico.