Si bien reconoce que es inevitable que un edificio patrimonial, que ha atravesado los siglos, sufra transformaciones a lo largo de su vida por efecto de las labores de conservación, la experta en restauración del Politécnico de Turín, Carla Bartolozzi, considera que en estas intervenciones se debe poner atención a los valores culturales que encierran estas construcciones.

De visita en la UdeC, la académica del Departamento de Arquitectura y Diseño de la institución italiana compartió la experiencia de su país en la restauración, conservación, transformación y reutilización del patrimonio arquitectónico de corte religioso, un tema que -explicó- tiene una larga tradición de investigación en Turín.

Caídos en desuso por razones diversas, iglesias, conventos, monasterios, santuarios, seminarios, casas de espiritualidad, colegios e institutos religiosos han sido salvados del abandono a través de procesos de transformación que, en opinión de Bartolozzi, en muchos casos, “refleja de modo implacable la predominancia del interés económico en desmedro de los valores de sacralidad y culturales”.

La académica presentó diversas propuestas que dan cuenta de la conversión de estos espacios religiosos, principalmente conventos, en exclusivos hoteles, una tendencia en alza.

“Hay una historia paralela a la historia de los conventos que ya se podría escribir y es la de los conventos transformados en hoteles; en especial en grand hotels, desde fines del siglo XIX, hasta llegar a los hoteles de lujo actuales, que ya son innumerables, muy a menudo con zonas wellness”, señaló.

El Grand Hotel San Domenico en Taormina, inaugurado en 1896, el hotel de lujo del Monasterio Santa Rosa (hotel desde 1934), San Giovanni en Saluzzo (resort) fueron algunos de los ejemplos que la especialista mostró para ilustrar diversos grados de éxito en la puesta en valor de estos espacios.

Para la investigadora, el gran patrimonio en desuso de que dispone Italia en esta área -y que, en su opinión, se debe reflejar en otros países- interpela a los arquitectos a mirar con mayor atención la reutilización de los edificios históricos.

Asimismo, señaló que esta realidad pone de manifiesto la necesidad de potenciar las investigaciones sobre la conservación de los valores tangibles e intangibles del patrimonio arquitectónico religioso, así como del desarrollo de iniciativas activas de puesta en valor de estos recintos.

Especial importancia tiene para la académica la constitución de una red internacional de estudiosos y diseñadores “para llevar a cabo esta misión en la que muchos ya estamos empeñados desde hace tiempo”.

Finalmente, expresó que con esta charla, su interés fue motivar a la comunidad científica de la UdeC a pensar sobre la posibilidad de dar inicio a actividades de estudio e intercambio con su institución.