Hace algunas semanas, se dieron a conocer los resultados de la selección de proyectos de investigación en la línea de financiamiento de Fondecyt Regular. Uno de los proyectos adjudicados fue el del académico del Departamento de Ciencias de la Tierra (DCT), Alfonso Encinas Martin. Su investigación estará centrada en la evolución de la Cuenca de Neuquén, que se desarrolló en los períodos Jurásico y Cretásico en el sector de la actual Cordillera de Los Andes. “En el lado argentino de esta cuenca se encuentran importantes reservas de petróleo”, señala el docente. Su estudio se titula “Tectono-stratigraphic evolution of the western Neuquén basin during the Early Jurassic-Late Cretaceous, central Chile, 33°-35°S”.

“Conseguir fondos es una gran alegría porque últimamente es muy difícil ganar un proyecto Fondecyt Regular, sobre todo en el área de Ciencias de la Tierra, donde la cantidad de proyectos que se adjudican es reducida. El Estado chileno debe hacer un esfuerzo para aumentar el financiamiento en éste y otro tipo de proyectos científicos”, dijo Encinas, quien es especialista en Sedimentología, licenciado en Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid (1993), Doctor en Ciencias con mención en Geología de la U. de Chile (2006), y postdoctorado en el Institut de Recherche pour le Développement, IRD, de Francia (2006-2008). En el DCT, Encinas dicta cursos para la carrera de Geología y para el programa de Doctorado en Ciencias Geológicas (DCG).

Estudio de falla Mesamávida
La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), también dio a conocer los resultados de las postulaciones a financiamiento de Fondecyt de Postdoctorado, resultando beneficiado el ex estudiante del DCG, Mauricio Espinoza Vargas, con su proyecto “Long-term structural evolution of the westerrn andean slope and its control on the west-vergent seismogenic front (Maule region, 36° S)” , el que desarrollará junto a el académico Joaquín Cortés Aranda, quien cumplirá el rol de investigador patrocinante.

“Del trabajo de Joaquín, me interesó el reconocimiento que hizo de la Falla Mesamávida, ubicada en Longaví, que es una estructura similar a la falla San Ramón, en la Región Metropolitana, que, aunque no está en un lugar tan poblado, presenta un potencial riesgo sísmico para ciudades como Linares, San Javier o Longaví. También, para instalaciones críticas que están ubicadas en el sector, como el embalse Colbún –el más grande del país-, plantas hidroeléctricas, e industrias de actividad agrícola que están en la zona. Es interesante estudiar cómo la evolución estructural de largo plazo de la cordillera en ese sector puede estar condicionando o controlando ciertos aspectos del riesgo sísmico que se podría desarrollar”, explica el Dr. Espinoza.

En cuanto a su experiencia profesional e intereses en investigación científica, detalla que “estudié Geología en la U. de Chile y me titulé en 2012 y ese mismo año, comencé a trabajar en Geología Regional en Sernageomin (Servicio Nacional de Geología y Minería del Ministerio de Minería), postulé a la beca de Conicyt (actual ANID) y cuando me la adjudiqué decidí hacer el Doctorado en la UdeC. En términos generales, me interesa la evolución del orógeno andino, y más específicamente, la tectono-estratigrafía, para así entender la relación entre las fallas que controlan una cuenca y los productos sedimentarios y volcánicos que se desarrollan en ella. Además, me interesa comprender cómo estas fallas posteriormente pueden condicionar la construcción de la cordillera”.

Con respecto a las técnicas que implementará en su investigación de postdoctorado, Espinoza detalla que “se debe realizar una interpretación de la evolución geológica, utilizando estratigrafía y geología estructural, y específicamente en la caracterización de los sistemas estructurales, vamos a utilizar geofísica (magneto-telúrica y gravimetría) para comprender la geometría más profunda, además de termo-cronología de baja temperatura (U-Th/He) para entender la temporalidad de la deformación”, explicó.