Con potente llamado a ser empáticos se tituló cohorte médica del Centenario
La ceremonia se realizó en el Teatro Universidad de Concepción y contó con la presencia de autoridades, académicos, padres, madres y familiares de la nueva cohorte, caracterizada por su férreo compromiso con el quehacer en salud.
“De esta generación nació 'Contigo', un grupo de estudiantes, que con varios años ya de funcionamiento y en pleno crecimiento y desarrollo, asumieron y mantienen la hermosa labor de acompañar, entretener, educar, explicar o simplemente estar con niños y adultos que sufren cáncer y que reciben sus tratamientos en el Hospital Guillermo Grant Benavente”, destacó en su discurso el Decano de la unidad académica, Dr. Raúl González.
Además, la máxima autoridad de la Facultad de Medicina UdeC agregó que “esta cohorte médica constituye una generación responsable desde el punto de vista académico, muy participativa, con un grupo destacado de estudiantes deportistas, seleccionados universitarios que supieron rendir honor a su casa de estudios con diferentes logros y preseas obtenidas en distintas disciplinas”. En este sentido, el Dr. González manifestó que “esto nos habla de un grupo humano potente, empoderado e íntegro, consciente del rol que le tocará asumir en un Chile que está cambiando y que, como exalumnos de la Universidad de Concepción, sabrán asumir con un sello diferenciador”.
En representación de los médicos recién egresados y luego del Juramento Hipocrático tomado a la generación por el Presidente Regional del Colegio Médico, Dr. Germán Acuña, se dirigió a los presentes la exalumna Catalina Herrera, quien se refirió a la importancia de la empatía en salud, la cual, en el último tiempo y en el marco del estallido social, “ha salido a relucir más que nunca como una capacidad que nos caracteriza como estudiantes y médicos que somos hoy. El anhelo de sanar que manifestábamos en primer año, se convirtió en algo más tangible, con más cuerpo. Pasamos a comprender en parte, gracias a las mismas vivencias de estos años, que para sanar debemos ponernos primero en los zapatos del otro. Comprender su sufrimiento, así como lo hicimos con ese compañero que nos necesitó”.
En la ceremonia se hizo entrega de reconocimientos a los recién egresados, quienes al finalizar desplegaron un lienzo en el que se leyó “que tus privilegios no nublen tu empatía”.